[Opinión] S.O.S. Patagonia chilena

[Opinión] S.O.S. Patagonia chilena

10 Junio 2017

Patagonia es un ejemplo de la terrible realidad ambiental, que a pesar de ser formidable y de gran proyección para el desarrollo y reconocido a nivel planetario como Reserva de Vida, las señales que debe protegerse y proyectarlo sustentablemente no se están reconociendo como debería.

Andrés Gillmore... >
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En Chile el cambio climático llegó para quedarse, desde Arica a Tierra del Fuego se están sufriendo las consecuencias, en una población que poco entiende lo que esta pasando y los gobiernos aunque reconocen el tema y dicen que hacen todo lo posible, en realidad poco hacen por enfrentar sus consecuencias con políticas ambientales que proyecten un cambio de paradigma en las forma y métodos y se continúa contaminando y poco se hace por valorizar el territorio nacional y lo que representan las regiones para la proyección futura de Chile. Sorprende como se ha estado dejando casi todas las explotaciones de los recursos naturales a empresas extranjeras y lógicamente a estas poco les importa preservar los territorios que intervienen y eso es muy grave para un país como Chile; dueño de lo que se ha denominado como un “Subdesarrollo muy Exitoso”. 

Patagonia es un ejemplo redundante de la terrible realidad en términos ambientales, que a pesar de ser un territorio formidable y de gran proyección para el desarrollo del país y reconocido a nivel planetario como Reserva de Vida, las señales que debe protegerse y proyectarlo sustentablemente no se están reconociendo como debería. Patagonia en la actualidad esta desprovista de una legislación que la defiendan de los malos usos que hacen las grandes empresas en busca de sus recursos naturales. En la actualidad el territorio patagón, tiene serios polos de contaminación en lo que se refiere a intervenciones mineras, salmoneras y energética. Para qué hablar de lo que le ha significado a los pescadores artesanales de Patagonia, tener que adaptarse a la draconiana ley de pesca, que los dejó sin poder desarrollar su oficio y en precarias condiciones de vida.

Cuando hablamos de Patagonia en Chile, pocos saben que este magnífico territorio es la tercera parte del territorio nacional continental y que es visitado por más de 300 mil turistas cada año, en busca de su magnífica calidad ambiental y escénica. La Patagonia chilena comienza en el límite sur de la provincia de Llanquihue y termina en la región de Magallanes en Tierra del Fuego y cuenta con un total de 24 comunas y una superficie territorial de 25,8 millones de hectáreas y 74 mil kilómetros de borde costero.

Los recursos naturales y la belleza del paisaje Patagónico, están amenazados en la actualidad por proyectos de intervención de gran magnitud por parte de transnacionales extranjeras, que están  alterando el valor ambiental de Patagonia y su proyección, por desarrollos productivos y de servicios, que con el pasar de los años están destruyendo su vocación natural y las potencialidades inherentes del territorio patagónico, como el turismo de intereses especiales, la ganadería, la agricultura y la pesca artesanal sustentable. En la actualidad no existe un protocolo o un Plan Estratégico, que permita tener claridad de cuáles son las capacidades de carga de los territorios y mejorar la producción y los servicios que se están prestando, para defender sus intereses territoriales con conocimiento cabal de las condiciones de Patagonia. La falta de una correcta calificación ambiental, social, cultural, productiva, energética y económica de los proyectos de desarrollo que están operando en la actualidad y los que están siendo pretendidos, esta poniendo en riesgo la proyección sustentable de la gran Patagonia chilena.

El 60% de este magnífico territorio, es un sistema natural y virgen aun intocado por la mano del hombre comparativamente con el resto de nuestro querido Chile y es el gran potencial a sostener, que por lo demás es único y considerado como la última reserva de agua dulce de Chile y del planeta en cantidad y calidad,  que sumado a sus extraordinarios paisajes, su magnífica biodiversidad, su maravilloso endemismo, su clima único y variado, terminan otorgandole un valor intrinsico de inmejorable calidad, que esta siendo desestimado por gobiernos y  políticos en general, que solo interactúan con el territorio como fuente de recursos naturales a explotar, sin importarles su proyección de futuro como territorio y lo que representa a nivel planetario como reserva de vida.

La Patagonia tiene una geografía y una identidad cultural muy propia, especial, valiosa y muy diversa en sus límites. El destino de este vasto territorio y sus posibles usos futuros, deben estar alineados en la búsqueda de una relación positiva y sustentable con la sociedad globalizada. De no ser así y de acuerdo con la proyección del uso actual que se le esta dando a patagonia, en pocas décadas se convertirá en lo que pudo ser y no en lo que debería ser.

El territorio patagón aporta a la imagen internacional de Chile y Patagonia es reconocida a nivel internacional como un tesoro de la humanidad, que con el pasar de los años se ha transformado en un atractivo relevante para el turismo mundial de intereses especiales, produciendo un desarrollo de gran proyección, con el reconocimiento que tiene como reserva de vida. El 50 % de la superficie patagonica son Áreas Silvestres Protegidas, Santuarios de la Naturaleza y maravillosos Parques Nacionales, de gran importancia para Chile y su proyección de desarrollo futuro. Por eso y por mucho más, patagonia debe preservarse para que lo puedan disfrutar todos los chilenos y no solo algunos como suele suceder en estos casos.

Sustentados en el derecho constitucional que el ciudadano chileno tiene, de vivir en un medio ambiente libre de contaminación y del deber del Estado de preservar los territorios. Las excepcionales cualidades de Patagonia resaltan ese derecho innegociable, de velar por su desarrollo sustentable, haciéndose urgente la necesidad de proteger la pristinidad de sus áreas protegidas. La fragilidad ambiental del territorio ante la llegada de empresas foráneas y considerando que el Estado tiene el deber de otorgarles a las comunidades el derecho a vivir en un ambiente limpio y con proyección de futuro, la necesidad de proteger Patagonia es incontestable.

Patagonia nos entrega la gran oportunidad de transformar este territorio en un ejemplo de regionalización y descentralización y llevar a la práctica el discurso que por tanto tiempo hemos escuchado por parte de las autoridades y políticos. Estableciendo coordenadas que permitan a Patagonia construir un desarrollo sustentable, de acuerdo con sus ventajas comparativas y su maravillosa denominación de origen, proyectando una economía que le otorgue el valor agregado que se merece.

La fragilidad de la legislación medioambiental y la importancia del territorio patagón para el desarrollo de Chile, hace que esta maravillosa potencialidad este a merced de actividades económicas y productivas que no cuentan con una fiscalización adecuada, creando la necesidad de abrir un debate serio, responsable y muy profesional, que unifique criterios de desarrollo y sustentabilidad y la construcción de una legislación que le permita al mundo patagónico, desarrollar una identidad propia, resguardando su patrimonio natural, cultural y social, por medio del uso sustentable de sus recursos naturales. Entendiendo que es una reserva de agua y de vida con certificación ambiental de nivel planetario, que es una marca de clase mundial con denominación de origen, que debe ser protegida para salvar su maravillosa identidad y sus preciados valores culturales, tan propios de la gran Patagonia Chilena.