Las sociedades explotadoras del pasado en Aysén y la realidad actual

30 Agosto 2012

La historia de los hechos ocurridos a principios de siglo en Aysén, es un paralelo real con lo que nos está ocurriendo en nuestro presente.

Andrés Gillmore... >
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Por Andrés Gillmore secretario y vocero de Costa Carrera

Si repasamos la historia de Aysén y la comparamos con los sucesos que estamos viviendo hoy en la cuenca del Baker, ante la intención de HidroAysén de represar los ríos Baker y Pascua y también  ante la nueva ley de Pesca que se pretende imponer en el litoral de Aysén, veremos que estos hechos son la repetición cíclica de acontecimientos ocurridos a principios del siglo pasado en la misma cuenca del Baker, de un episodio histórico que se le llamo “La Guerra de Chile-chico”, que hasta los días de hoy nos llena de orgullo a todos los ayseninos. Donde un grupo de pobladores tuvieron la valentía, el arrojo y la osadía de dar batalla al centralismo de ese entonces y les demostró a los grandes capitales que los habitantes de Aysén eran de temer cuando se les tocaba lo más preciado, su territorio y forma de vivir.

En ese entonces a principios del siglo pasado existían las Sociedades Explotadoras, que recorrían el mundo colonialista de la época en busca de riquezas. Tenían al igual que hoy el lucro desmedido como objetivo básico de sustentación y que producto de un estado chileno sin capacidad de movimiento y de una total falta de proyección, les entrego a estas sociedades explotadoras la responsabilidad de crear desarrollo en el territorio de Aysén, que es lo que en la actualidad pretende hacer el gobierno de Sebastián Piñera en nuestro presente actual en Aysén. Al dejar que HidroAysen se justifique a si mismo no solo por una necesidad de generación eléctrica y las supuestas necesidades de la industria minera, que según el gobierno hace imprescindible su construcción.

Planteando a su vez en el discurso de justificación ante la opinión pública, que con la posible inversión que supuestamente traería HidroAysen en estructuras públicas hace que HidroAysén sea una necesidad más que un negocio, lo que es totalmente falso y que por lo demás no es competencia bajo ninguna circunstancia de realizar tal inversión a una empresa privada como HidroAysén. Porque tácitamente esa responsabilidad es del estado de hacer tales obras, que demuestra con claridad una vez mas como la historia es cíclica y la esencia de los sucesos de principios del siglo pasado ocurridos en Aysén, se vuelven a repetir en nuestra modernidad digital a pesar de todo y a pesar de haber pasado más de cien años desde los sucesos de Chile-chico, donde una sociedad explotadora se adjudicaba los derechos de explotación territorial, sin consultar previamente a sus habitantes, lo que se desato en ese entonces al igual que hoy, fue una batalla de proporciones entre los ciudadanos de Aysén y el gobierno por sus derechos.

Solo en el año 1903 se definió la frontera definitiva con la Argentina en Aysén. Desde ese momento se comenzó en forma oficial la colonización del territorio, que al quedar la frontera delimitada el gobierno de la época del Presidente Germán Riesco Errazuriz, vislumbro que el camino era entregar el territorio austral al capital extranjero, en ves de cumplir con su función de estado como lo obligaba la constitución, decidiendo por lo fácil, que atraves de concesiones otorgadas en oficinas en Santiago y Valparaíso, se proyectara ese desarrollo sin tener previamente información real y fidedigna de la realidad de la vida de los habitantes y concedió concesiones a  grupos de inversionistas extranjeros, que en primera instancia optaron por ellas muy interesadamente, más que nada por una oportunidad de hacer negocios y de dinero fácil, que por una manera de desarrollar el país. Se les impusieron algunas obligaciones eso si, como la de traer familias europeas a colonizar, establecer una línea de navegación entre Aysén y el continente, trabajar los terrenos concesionados con la obligación de dar trabajo digno y remunerado a todo aquel que quisiese asentarse y colonizar Aysén. Ítem que no se cumplieron y que recuerdan mucho el discurso del actual gobierno y de la justificación de HidroAysén por muchos, de las condiciones que dicen que aportaría HidroAysén al desarrollo de Aysén en el tal mentado Plan Aysén, que según el gobierno HidroAysén invertirá en proyecto estructurales 1700 millones de dolares.

Ninguna de las diez concesiones privadas otorgadas en una primera intención bajo el gobierno de Germán Riesco fue bien sucedida y no pasaron del papel y se olvidaron de Aysén. Finalmente al quedar vacías las concesiones, estos derechos se vendieron a muy bajo precio casi regaladas a tres grandes sociedades explotadoras, que se tomaron el negocio en su totalidad, que son el equivalente de hoy en día de las transnacionales como HidroAysen y Anergia Austral.

Estas fueron la Sociedad explotadora del Río Baker, La sociedad industrial de Aysén y La sociedad ganadera de Rio Cisnes. Sociedades con mucho capital y con vasta experiencia internacional, pero que no tuvieron la capacidad de ser rentables en Aysén o por lo menos de cumplir con lo que habian prometido ya que la intención no era desarrollar y si enriquecerse.

Se mantuvieron a duras penas por lo menos en el papel y bajo criterios privados de una información que nunca se tuvo certeza, que no son los mismos parámetros de transparencia a los usados en las empresas estatales, que determino finalmente su futuro. La de Río Cisnes y La Industrial de Aysén lograron salir airosas, pero no lograron la estabilidad adecuada a lo que se esperaba de ellas. Que se puede constatar en que a pesar de la gran masa de ganado que manejaban y lo rentable que pudo haber sido el negocio en un momento, por alguna circunstancia” misteriosa” no tuvieron la capacidad económica de construir un frigorífico para almacenar animales faenados como habian prometido y eso los complico a la larga.

La del Rio Baker que fue la más osada por lo grande del territorio, quebró finalmente porque sencillamente la tarea era tremendamente ardua en un territorio donde geográficamente las empresas privadas no pueden cumplir con el rol del estado, cuando tienen que generar lucro para los inversionistas y los accionistas succionan las ganancias a más no poder. En segunda instancia y la mas importante, su concesión territorial estaba poblada por gran cantidad de habitantes que habian desarrollado una colonización espontanea de calidad, que los obligo a retirarse, porque esos habitantes se opusieron tenazmente a dejar sus terrenos, sus vidas y sus sueños, por hombres que no estaban dispuestos a vender sus sueños a ningún precio.

La historia de los hechos ocurridos a principios de siglo en Aysén, es un paralelo real con lo que nos esta ocurriendo en nuestro presente inmediato con el caso HidroAysén en la cuenca del Baker y de Energía Austral en Puerto Aysén, que no difiere en mucho con los sucesos del pasado y la intención del gobierno de Riesco. La relación de ese entonces de los habitantes con el gobierno es idéntica a ese periodo guardando las proporciones. Por pobladores que en este caso como los actuales también se sintieron pasados a llevar por la intransigencia y la falta de visión del gobierno de la época, con una sola diferencia importante y que marco la gran diferencia y le dio vida al territorio y es lo que hoy esperamos todos en Aysén que el gobierno de Germán Riesco supo escuchar a los pobladores de ese entonces y reconoció finalmente sus derechos en la Cuenca del Baker, quitando finalmente la concesión a la Sociedad Explotadora del Río Baker y dejo a los habitantes vivir en paz. Los pobladores tuvieron que demostrar la fuerza de la determinación y que la intención que no era un juego, obligándolos a usar la fuerza y a defenderse físicamente ante la opresión, donde un grupo importante de pobladores liderados por Antolín Silva Ormeño dieron la batalla, arriesgando sus vidas y tomando las armas por salvaguardar sus derechos en lo que se llamo -La guerra de Chile-Chico-.

La historia recuerda a estos pobladores como héroes y así serán recordados en un futuro no muy lejano a todos aquellos que luchan actualmente por los intereses reales de Aysén, en contra de un formato de desarrollo donde la intervención del recurso natural de Aysén sin conciencia, no puede propiciar la sustentabilidad y un digno ejemplo para los chilenos en general de un formato de desarrollo decadente y poco eficaz.