Los trabajos se iniciaron el viernes 3 de enero con la llegada de 100 jóvenes –de educación media, universitaria y profesionales– provenientes de las regiones de O’Higgins, Araucanía, Los Lagos y algunos voluntarios locales, quienes están a cargo de la construcción de los 14 inmuebles que permitirán un nuevo comienzo de vida a las familias más vulnerables de la comuna.

La directora de Desarrollo Comunitario, Pamela Leiva, explicó que las familias beneficiarias fueron elegidas en un trabajo conjunto entre el Departamento Social y la Fundación TECHO Chile, dando preferencia a aquellas que viven en extrema pobreza en los sectores rurales de Santa Rosa, Nontuelá Alto, Nontuelá, Maihue, Quimán Alto y Curriñe.

Las casas se conocen como viviendas progresivas porque tienen mejores terminaciones que la antigua mediagua y además son más grandes, alcanzado los 24 metros cuadrados. Uno de los voluntarios explicó que comparadas con las casas construidas en el norte del país, éstas fueron especialmente mejoradas para soportar la lluvia y el frío del sur de Chile.

Cada vivienda está avaluada en más de un millón y medio de pesos; las familias beneficiarias aportan con 100 mil pesos y la Municipalidad apoya con las bases de hormigón para cada vivienda, transporte de materiales más alojamiento y transporte de los voluntarios.