Educación Pública: Un derecho, un orgullo

Educación Pública: Un derecho, un orgullo

07 Diciembre 2014

Columna de opinión de Seremi de Educación, Erna Guerra.

Daniela Rosas >
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En países exitosos en materia educacional y que siguen perfeccionando su modelo educativo, avanzan porque cuentan con una Educación Pública robustecida.  Lamentablemente, Chile está lejos de ese escenario, porque tenemos un sistema que discrimina en el acceso a la educación y que está débil en muchos aspectos.

 

Es por eso que hoy muchos se preguntan por qué la Reforma Educacional que impulsamos como Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet partió por la Educación Parvularia y por el Proyecto de Inclusión y no por los docentes o la Educación Pública.  Nuestro mensaje es que estamos partiendo por todo, de forma paralela, porque es la única forma de llevar adelante reformas estructurales como éstas que cambian las reglas y  considera una nueva mirada de país.

 

Queremos una educación donde nuestros hijos e hijas puedan compartir con otros, donde  la diversidad se viva, se respire, y también eduquemos desde esa lógica. Y es que de esta forma estamos apostando a recuperar el sitial que tuvo nuestra Educación Pública , donde todas y todos podamos estar orgulloso de provenir de ella.   Para eso, y de forma inmediata a través de la Agenda Corta para el Fortalecimiento de la Educación Pública, estamos trabajando para asegurar el derecho de cada niño y niña a una educación de calidad en una escuela donde todos aprenden y desarrollan sus talentos, de forma inclusiva e integral.

 

Sabemos que no será un camino fácil; debemos recuperar la confianza de las familias hacia las escuelas y liceos públicos como espacios acogedores, donde nuestras niñas, niños y jóvenes aprendan del otro desde sus particularidades y  donde además de contar con una educación de calidad, tengan las herramientas y condiciones necesarias para desarrollar sus potencialidades y talentos en las áreas que más les apasionen.

 

Proponemos la creación de una nueva educación pública, que no sólo sea el reflejo de la desmunicipalización, sino que cuente con una nueva institucionalidad, a través de los Servicios Locales de Educación; con una capacidad técnica de calidad, con unidades de desarrollo profesional docente en diálogo permanente con las universidades y así fortalecer también  trabajo de los profesores.  Estamos haciendo una apuesta importante para que la educación pública tenga las condiciones que nunca tuvo y así convertirse en  el estándar de calidad que queremos para todo el sistema.

 

Por primera vez en la historia del presupuesto nacional de Educación,  creamos un programa cercano a los 282 mil millones de pesos sólo para la Educación Pública del 2015, lo cual se va a traducir en financiamiento adicional para infraestructura, con apoyo técnico pedagógico, equipamiento y fondos de participación  entre otros aspectos que nos permitan entregar la igualdad de oportunidades educativas a quienes viven en todos los rincones del país. A aquellos niños y niñas que sueñan con desarrollarse plenamente, que no tengan impedimento de ir detrás de sus sueños. A ellos nuestro mensaje es a  que la Educación Pública, con la ayuda de todas y todos será el motor de nuestro sistema educacional, un derecho y también un orgullo.