Con el mensaje de mirar hacia los nuevos rostros del desamparo se conmemoró el Día de la Solidaridad

19 Agosto 2014

Ese fue el llamado que hizo Monseñor Ignacio Ducasse, Obispo de Valdivia, en su homilía de la Misa que recordó la figura de San Alberto Hurtado.

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Esta vez la Iglesia San Francisco fue el escenario en el que el Obispado valdiviano quiso celebrar el Día de la Solidaridad, una conmemoración que no es sólo eclesial hace veinte años fue declarada como tal por el Parlamento, como forma homenaje a la figura del Padre Hurtado (en momentos que aún no era un santo): ejemplo viva de la ayuda fraterna en  nuestra sociedad.

“El Padre Hurtado en su vida demostró una fe viva, que se hacía invaluable, precisamente, en el ejercicio auténtico de la caridad. Más aún, como decía el Papa Juan Pablo II, la caridad tiene que ser creativa, y el Padre Hurtado fue creativo para enriquecer la caridad. No solamente en limosnas, sino en obras que han organizado este servicio y lo han contagiado a los demás (…) Pidámosle al Señor  que ayude a reconocerlo en todos los aspectos que están alrededor, especialmente, como lo hizo el Padre Alberto, en nuestros hermanos más desamparados, que, sin duda, están entre nosotros. Hoy hay nuevos rostros de desamparo que tenemos que saber cómo distinguir y acompañarlos desde nuestra identidad de seguidores de Cristo Jesús”, dijo en su homilía Monseñor Ignacio Ducasse, Obispo de Valdivia, quien presidió la Eucaristía, concelebrada por el Padre Mariano Montero. 

“Fue una Misa muy hermosa. Vimos que nos juntamos mucho. Vi personas en sillas de ruedas comulgando, lo que me llegó bien hondo. El Padre Hurtado fue una persona sencilla humilde, a quien todos queremos; era la mano de Dios la que lo tuvo aquí”, comentó la sra. María Nomel. 

“San Alberto es el santo chileno que nos dejó el mensaje a todos para que practiquemos la solidaridad con la gente de la calle, y ahora también con los pobres de cuello y corbata, que es una realidad que no tenemos que mirar para el lado. Tenemos que estar siempre preocupados de nuestros hermanos de corazón”, comentó la sra. Guadalupe Aragón, administradora del comedor San Antonio de la Iglesia San Francisco, que todos los sábados atiende a unas 70 personas, invitando a la gente a vivir la solidaridad no solamente como una ocasión especial, sino hacerlo parte de nuestras vidas.

En la mayoría de las comunidades de la Diócesis también se recordó la festividad de San Alberto Hurtado. En la Parroquia Buen Pastor de Las Ánimas se realizó una Eucaristia en la capilla de la población José Miguel Carrera, consagrada al Santo jesuita. Junto con la ceremonia la ayuda social recoletada en este mes se le entregó a las hermanas Teresianas misioneras, responsables del Hogar Padre Pío de la Fundación Las Rosas.

Este 29 de agosto la Pastoral Social realizará una muestra en el Paseo Libertad, con imágenes y lienzos que representarán el trabajo social en estos 70 años de vida de la Diócesis.