Un sueldo mensual de 500 mil pesos para siempre es el premio que recibirá Adolfo Olegario Fernández, de 47 años y oriundo de San José de la Mariquina, en la región de Los Ríos, quien ganó el "Chao Jefe de por vida" de Kino.

Adolfo, agricultor que trabaja en el pueblito de Pumillahue decidió volver a jugar el Kino a pesar de no poder ir a una agencia como acostumbraba a hacerlo acompañado de su cuñado. Pero esta vez, fue su hijo Adolfo de 22 años, quien lo invitó a probar suerte, "Papá, voy a jugar un Kino por internet, ¿por qué no juegas uno?”. Y Adolfo contento por la visita y celebración del cumpleaños de su primera nieta, Sofía, decidió y eligió los números.

Al día siguiente su hijo lo llama para revisar juntos los resultados, cuando comenzaron a gritar de alegría. Habían ganado el chao jefe de por vida.

El ganador expresó que "este es un regalo de Dios, será que a uno lo premian porque he tratado de ser buena persona, yo ayudo a los viejitos cuando puedo. Yo manejo y los llevo en el auto a sus cosas”.

Somos felices

Adolfo comentó que su vida ha sido feliz en Pumillahue, "acá estoy con mis animalitos también, mis gallinas, chanchitos y caballos. Aquí no falta su arreglito, que las cercas, que el techo, que cortar leña para secarla y ahí después venderla. Mi señora se dedica a la casa y prepara pan amasado o sopaipillas en este tiempo, junto a uno de los platos favoritos que tengo, la cazuela de vacuno o de pollo”.

Además agregó que los fines de semana son familiares, "cuando me vienen a visitar mi hijo y su familia, mis sobrinos, lo pasamos bien. Ahora no ha sido tanto por esta cuestión de la pandemia, hemos estado más guardados, yo voy de carrerita a San José de la Mariquina y me vuelvo al tiro. Veremos más adelante si se puede y vamos de viaje a visitar a los primos que viven en Corral, eso sería para darme un gustito”.

Y en cuanto al premio, Adolfo dice que se cumplió un sueño, “porque mi hijo siempre me decía: ‘papá, yo te voy a comprar una parcela’. Y ahora, gracias a Kino, ya podemos comprar otro terrenito y ampliar lo que tenemos. Acá somos felices y ahora con este regalo más todavía. En el pueblo todos están contentos con lo que gané y me felicitan. Y ya sé que para el próximo cumpleaños de mi nieta Sofía, tenemos que celebrarla aquí, cómo sabe si se me repite la suerte”.