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Se puede legitimamente dudar que la realización del ducto pueda resolver el problema ambiental, porqué la solución similar ya adoptada por la misma Celulosa Arauco por su planta de Nueva Aldea (VIII Reg) esta fracasando lamentablemente. Los que quieren lo pueden averiguar en la playa de Cobquecura (aprox. 30 km al norte de la desembocadura del ducto), donde las olas del mar traen una espuma hedionda de color café que nunca se había observado antes. En el mismo lugar, un roquerío, conocido como la "lobería", ya está prácticamente abandonado por la numerosa colonia de lobos de mar. Los animales obviamente no pueden sobrevivir en la mugre y los venenos de los procesos químicos del hombre supuestamente civilizado. Lamentablemente en este país, hay todavía emprendedores que consideran el mar nada más que un basural. Son orgullosos que Chile pertenezca a la OCDE pero, al mismo tiempo, demuestran que quieren quedarse en el tercer mundo.