El Dólar y su tendencia a la baja

22 Enero 2008
Ya no es una novedad la fuerte caída que está experimentando la cotización de la divisa norteamericana con respecto al peso, lo que trae consigo más de un dolor de cabeza al sector exportador,desatando el boom de las importaciones.
César Solís >
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Se ve tan lejano volver a aquellos tiempos en donde la divisa se cotizaba por sobre los 700 pesos, cifra que se mantuvo hasta mediados del año 2003. De ahí hasta ahora su cotización ha sufrido una brusca caída, si nos ponemos un poco más técnicos económicamente hablando, diríamos que el dólar se está depreciando con respecto al peso y viceversa, el peso se está apreciando con respecto al dólar.
Si revisamos las cifras, podemos decir que durante el 2007, el tipo de cambio –cantidad de pesos por un dólar- del día 2 de enero fue de 532 pesos, para terminar el 28 de diciembre del mismo año con una cotización de 495 pesos, es decir tuvo una caída aproximada de un 7% anual. Pero también es relevante mencionar que el pasado 18 de enero del presente año su cotización disminuyó hasta ubicarse en los 476 pesos.
Las causas principales de la caída experimentada por la divisa norteamericana se deben tanto a variables externas como internas. En el contexto internacional, se debe al alza sostenida que ha experimentado el precio del cobre en la bolsa de metales de Londres, lo que lleva consigo que al ser Chile el país exportador número uno del metal rojo, un aumento del precio del cobre se traduce en un mayor ingreso de dólares al país provocando que aumente su oferta, es decir, esos dólares que ingresa necesitan ser vendidos para ser transformados a pesos, lo que se traduce en una baja del tipo de cambio –pesos por dólares- fenómeno que los economistas denominan “efecto holandés”. Ahora con respecto a las causas internas, se deben a la alta inflación que tuvimos durante el 2007, causada por las heladas que sufrieron los cultivos agrícolas provocando alzas en los precios de las verduras, hortalizas y harina. Pero también hay que mencionar las alzas de los combustibles y del petróleo lo que se tradujo en una inflación que llegó al 7,8% anual, y que curiosamente las autoridades del Banco Central habían proyectado un 3% anual.
Pero en economía hay una correlación entre inflación y tipo de cambio, que está enlazada por la tasa de interés nacional y la tasa de interés internacional del país de la moneda extranjera, en este caso la tasa de interés de Estados Unidos fijada por la Reserva Federal, equivalente a lo que aquí es el Banco Central; y si vimos que para contrarrestar la inflación en Chile las autoridades del Central decidieron aplicar una política monetaria restrictiva -subir la tasa de interés a un 6,25% anual-, y a la vez Estados Unidos para apalear los efectos de una posible recesión proveniente de la crisis inmobiliaria que ha sido la causante de pérdidas significativas de los más importantes bancos, las autoridades han decidido disminuir la tasa de interés a un 4,25% anual, aumentando más la brecha entre ambas tasas en cuestión lo que significa que capitales especulativos provenientes del exterior ingresen al mercado chileno –en forma de dólares- aprovechando la rentabilidad que van a tener sus capitales por el efecto del alza de la tasa de interés provocando una sobre abundancia de la moneda norteamericana y a la vez una caída de su precio de cambio.
Ahora ustedes se preguntarán a quiénes beneficia y perjudica la caída del dólar. Les debo decir que los más perjudicados son los exportadores, al ver cómo sus productos pierden competitividad en el exterior y hay que mencionar que en nuestro país el 97% de los envíos al exterior lo constituyen las grandes empresas, y sólo el 3% restante es realizado por las PYMES. Sin embargo, pese a la caída de la divisa, igual el total de exportaciones de 2007 crecieron en un 15% con respecto al año anterior, llegando a 65.484 millones de dólares. Con respecto a los más beneficiados con la baja del dólar, es decir, los importadores, hemos visto bajos precios en la ropa, los electrodomésticos y para que decir la expansión de los productos chinos, lo que provoca excesiva competencia y desmedro a la industria nacional sustituidora de importaciones; las cifras dicen que el 2007 las importaciones aumentaron un 23% anual marcando los 42.834 millones de dólares.
También al estar bajo el dólar, los viajes turísticos al exterior han bajado de precio, y asimismo la caída del dólar está incentivando a realizar inversiones en dicha moneda extranjera a pequeños inversionistas, en forma de depósitos reajustables en dólares o simplemente comprando dólares para que cuando suban de precio transformarlos a pesos.
Por último, si ustedes disponen de fondos necesarios como para comprar dólares, les debo decir que sería una inversión en donde se esperarían utilidades no en el corto plazo –menos de un año- sino los resultados se verán en el mediano por no decir largo plazo, debido al comportamiento que está experimentando la economía estadounidense -en donde se acentúa la recesión de dicha economía como consecuencia de la crisis subprime –nombre que se les da a los créditos de alto riesgo- o mejor dicho por el excesivo aumento de créditos hipotecarios de largo plazo y de alto riesgo otorgados por los bancos- en donde se esperan futuras rebajas de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal y aquí en Chile el Central no descarta posibles alzas para disminuir los efectos de la inflación. Por lo que se estaría acrecentado la brecha existente entre las dos tasas de intereses y por lo tanto el dólar seguiría con la tendencia a la baja, a menos que el Banco Central intervenga en defensa del sector exportador y decida intrometerse en el mercado cambiario para impedir que la divisa continúe su tendencia a la baja.
Fotografía: Fernando Carmona