Para los que visitaron el Jardín Botánico las últimas semanas habrá sido extraño ver un sector completamente cubierto de blanco, sí, como nevado...un paisaje que nos recordó el frío invernal, pero con 23 grados encima; la verdad es que fué muy lindo y para los que sufrimos de alergia no muy simpático, pero al fin, ver cómo la floración de algunas especies es tan especial que nos hace recordar momentos especiales es hermoso; los Álamos producen esa flor algodonosa que por su liviandad es fácilmente arrastrada por el viento y se va depositando en el suelo produciendo ese efecto y tiene la particularidad de ser bastante duradera así que por un par de semanas ha dado la impresión de estar nevando en el Jardín y ha cambiado el paisaje sobretodo en el sector llamado Hemisferio Norte.
En mis notas anteriores he ido contando cosas y mostrando algunas de las maravillas de la naturaleza que podemos contemplar en nuestra ciudad, y ésta no podía quedar escondida, la invitación sigue en pié: observen y contemplen la obra de Natura, pero respetenla y cuidenla de manera que podamos mostrar a nuestros hijos mañana lo que nosotros hemos podido disfrutar hoy.
Un Abrazo fraterno.