Tras los esfuerzos europeos por comenzar a producir Biocombustibles en altas magnitudes, diversas han sido las críticas a este sistema, ya que según el estudio de la ONG citada, este podría afectar negativamente a los más pobres del mundo.
La Unión Europea pretende disminuir las emisiones de dióxido de carbono consecuencia de la producción de combustibles fósiles, para esto, a determinado que para el año 2020 el 10% de las gasolinas usadas por automóviles provengan de las plantas.
Esto ha desencadenado una férrea lucha de quienes sostienen que con este tipo de producción de combustibles, los campesinos más pobres se verán desplazados de sus territorios, sobretodo, cuando las grandes compañías lleguen a solicitar las tierras para sus fines industriales.
Además, según destaca el especialista en temas ambientales de la BBC, Roger Harrabin, el costo ecológico también es muy alto, si tomamos en consideración que “se necesita tanta energía para producir biocombustibles que sería más limpio quemar la gasolina de nuestros vehículos, es más y peor aún, todavía se están destruyendo valiosos bosques tropicales para reemplazarlos por cultivos agroenergéticos” apunta.
Sin embargo la contraparte es clara en su defensa. El ex Presidente del Gobierno español Felipe Gonzalez ha tildado de “frívolas” las criticas hacia los combustibles vegetales y declara que es un falso debate ideológico el pensar que los biocombustibles puedan llegar a afectar a las personas e ir en desmedro de la producción alimentaria. Además, con respecto al informe de la ONU donde se señala que el costo de los alimentos podrían subir con la masificación de la agroenergía, lo calificó como “inconcebible”.
La comision europea responsable del tema, ha sido clara al manifestar que se está trabajando para asegurar que su política productiva de biocombustibles evite efectos negativos en la sociedad.