Las hormigas son muy trabajadoras. No paran en los 365 días del año y por si fuera poco no duermen.
El verano es la temporada en donde salen a recolectar sus alimentos para resguardarse durante el invierno. Por eso no te asustes si has recibido la visita de estos pequeños insectos en tu casa, sobre todo en la cocina.
La presencia de hormigas durante el buen tiempo es algo normal y no tiene que ver con que no tengas bien aseada tu casa. Sin embargo, su estadía se convierte en algo molesto. De cualquier resto de comida que tengan a su alcance se apoderan.
Y hasta en ocasiones puede ocurrir que te comas alguna sin querer. Sí son picantes, pero no producen ningún efecto colateral. No hay de qué asustarse.
Pero la pregunta es cómo las saco de mi casa, sin usar en exceso los insecticidas que por sus compuestos tóxicos y efecto acumulativo sí pueden producir consecuencias en nuestra salud. He aquí algunos consejos prácticos y sencillos para decirles adiós a las hormigas:
- Junta varias colillas de cigarros y déjalas remojando en un balde con agua. Ya que la nicotina, uno de los compuestos del cigarro, se disuelve en el agua y resulta ser un excelente veneno para espantar a las hormigas. Por la misma razón es que el cigarro hace mal. Reparte este líquido por el camino de las hormigas e intenta encontrar su nido para esparcir otro poco ahí.
- Si no quieres preparar la mezcla anteriormente explicada, usa en su reemplazo vinagre, aunque el “agua de nicotina” es más efectiva.
- En el camino de las hormigas, también puedes colocar una mezcla de ají molido y pimienta en partes iguales, si no tienes ají, puedes poner solo la pimienta. Funciona, lo malo es que cuando limpias se acaba el encanto y las hormigas regresan.
- Finalmente, dejar cosas de color blanco, como montoncitos de sal en su camino resulta efectivo para ahuyentarlas, pero sólo por momentos, pues las hormigas repelen el color blanco.