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La Historia es un continuo de hechos, cada uno de los cuales provoca se desarrollen otros y por tanto si bien es válido y legítimo el juzgar tales hechos desde la perspectiva que da el tiempo, afirmar si las condiciones y decisiones que los provocaron hubiesen sido distintas la Historia sería otra, no es más que un ejercicio pontificador y que cuando se vivieron las circunstancias en que se dieron, aparece como un intento de deslindar las propias responsabilidades.

Un ejercicio al que con afanes de sacar provecho político y con motivo de los 40 años del 11/09/73 y el cuarto de siglo del plebiscito de 1988, se han abocado con entusiasmo la Nueva Derecha y la Nueva Mayoría.

¿El golpe o pronunciamiento del 11/09/73 era evitable? ¡Por supuesto! Tal como lo habría sido evitable por ejemplo; la Guerra de la Independencia si España hubiese renunciado a mantenernos como Colonia, o incluso más aún, si no hubiese “descubierto” y “conquistado” nuestro País.

Fue evitable la crucifixión de Cristo, la Inquisición, la 1era y la 2da Guerra Mundial y prácticamente cualquiera de los acontecimientos que forman parte de la Historia de la humanidad. ¿Qué hubiese pasado si la “ciudadanía” de la época hubiese decidido la crucifixión de Barrabás en vez de a Cristo? ¿Es siquiera imaginable Hitler hubiese podido llegar al poder en Alemania si ese País no hubiese tenido que vivir las humillaciones a las que se le sometió tras el armisticio de la 1era Guerra Mundial? Y si no se hubiese producido la 2da Guerra Mundial, ¿podría el comunismo haberse expandido y dominado Europa Oriental durante más de cuatro décadas?

El 11/09/73 era evitable si los representantes chilenos de la internacional marxista – leninista no hubiese intentado imponer en nuestro País el sistema de Gobierno que intentaron establecer a nivel global, la “dictadura del proletariado”, sistema fundamentado en la “lucha de clases” y en donde la cual no la derecha, sino la “burguesía” era la enemiga a la cual había que someter, o si -insisto- no la derecha o al menos no sólo la derecha, sino la “burguesía” hubiese aceptado graciosamente haber sido sometida.

Hay un término popular que califica, o más bien descalifica a quienes con afanes de sacar provechos mezquinos, opinan sobre hechos ya acecidos; “ser General después de la batalla”. “Generales” que una vez perdida la “batalla”, explican como ésta se podría haber ganado. Un grupo al cual ahora se agrega otro aún más inconsistente. Un grupo políticamente transversal, integrado por los “burgueses” de la Nueva Derecha y la Nueva Mayoría, que sin considerar contexto histórico ni circunstancias, se dedican a pontificar respecto del cómo se podrían… ¡haber evitado las batallas!