Un sábado muy temprano en la mañana, cerca de las 8 y media, esperando el cambio de un semáforo en el centro de la ciudad, una señora de unos 45 años o quizás más, se acerca y me pregunta una dirección, el motivo, buscaba una oficina que había puesto un aviso en “un diario” (que no es El Naveghable) ofreciendo trabajo de “asesora nutricional”. Yo curiosamente le pedí que me contara un poco más.
En el aviso, me contó, necesitan personas sin experiencia para trabajar como asesores nutricionales, con muy buenas expectativas de sueldo. Inmediatamente me acorde y relacione los datos, se trataba de una oficina en el tercer piso del edificio SERENE en la esquina de Vicente Pérez Rosales con Arauco, en esta oficina, colocan todas las semanas y casi todo los días, avisos que ofrecen trabajo como “asesores nutricionales”, ofrecen además excelentes ingresos, toda una maravilla para tiempos difíciles como estos, pero al llegar los interesados, los muy hábiles encargados no entregan gran cantidad de información, sólo les dan una cita donde, en esa oportunidad entregaran todos los secretos del éxito inminente.
La gente muy esperanzada vuelve el día señalado, y sólo en ese instante se dan cuenta que están frente a un charlatán que los invita a participar de esta panacea que no sólo les dará vitalidad y belleza, sino que además les dará el tan apetecido bienestar económico, pero eso sí, tienen que desembolsar la módica suma de $57.000 para poder pertenecer a este exclusivo grupo de exitosos visionarios.

¡¡¡Que engaño más cruel!!!
Luego de ir personalmente a conocer de que se trata esto, me di cuenta que ofrecen productos alimenticios y cosméticos, capaces de nutrir el cuerpo con aquellos elementos que, según ellos, comúnmente no consumimos. El relator nos cuenta como en el mundo, la gran mayoría de las muertes se debe a mala alimentación, nos habla de los niños y adultos obesos, de cómo grandes personajes mundiales y obviamente norteamericanos pertenecen a esta gran compañía. Luego, continua su discurso ejemplificando como destacados personajes que han tomado los productos han cambiado su físico y su animo con sorprendentes beneficios y el remate final… nos enseña a grosso modo como con este producto, en un sistema piramidal (prohibido en nuestra legislación), podemos hacernos de un bienestar envidiado por muchos, autos, viajes y todo lo que tu desees, según el esfuerzo que imprimas en tu negocio, porque esto es tu negocio, aquí nadie te contrata, nadie te paga sueldo, no hay gratificaciones, no tienes derecho a vacaciones, no existen las cargas familiares, ni pensar en accidentes del trabajo, en pre o pos natal, imposiciones ó salud (sólo la salud que puedes obtener de la ingesta, no medicada, de los productos).
La empresa se evita el tema de personal, no necesita contratar administrativos, jefe de bienestar, de Recursos Humanos, se evita los sindicatos, Etc., pero eso no es todo, esta tan formidable compañía, obliga a todos los “distribuidores” a realizar iniciación de actividades y obtener facturas, lo que les permite desligarse las responsabilidades directas de los impuestos. Negocio redondo.
Nadie ha reparado que este tipo de empresa opera al margen de la ley, claro esta que no de la ley de libre comercio, hablo de la ley laboral, aquí se pasan por alto todo lo relacionado con los derechos laborales que durante años los trabajadores a punta de luchas y negociaciones con el gobierno y empresarios han logrado. Es intolerable que una empresa que más aún trabaja un sistema conocido en el mundo como “Coaching Coercitivo”, un sistema de manipulación mental cuestionado en el mundo entero por ser el caldo de cultivo para las sectas, esté operando en nuestro país.
Como Presidente del Sindicato de Trabajadores Eventuales y Transitorios y Actividades Afines del Comercio de la Provincia de Valdivia, me ocuparé y solicitaré una investigación a todas estas “Seudo Empresas” que operan en la ciudad, para determinar actividades ilícitas y así poder infraccionarlas severamente.
Como dirigente sindical, entiendo que muchos ciudadanos en su angustia por no encontrar un trabajo, y cegado por los fantásticos espejismos económicos ofrecidos por estas empresas, dejen de lado todo sus derechos laborales y permitan ser humillados, pasados a llevar y embaucados , pero justamente somos los dirigentes sindicales los llamados a cautelar y denunciar estas empresas que infringen descaradamente las leyes laborales, si quieren operar en nuestro país, deben saber que deben hacerlo en concordancia a estas leyes, triunfos merecidamente logrados históricamente por los trabajadores.
Por Cristian Álvarez Vargas
Presidente S.T.E.T.A.A.C de Valdivia