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El gobierno de Pedro Aguirre Cerda fue el primero de una trilogía de administraciones del Partido Radical [8]. De ellos, claramente el más recordado sería este, al liderar el Frente Popular [9] y llevar a cabo un gobierno que promovió la industrialización y la educación al servicio de los intereses populares.

Nació cerca de Los Andes un 6 de febrero de 1879. Para financiar sus estudios impartió clases en varios liceos donde además, de manera gratuita daba clases en escuelas nocturnas a obreros. Fue con esta práctica y esfuerzo que logró titularse de profesor de castellano y filosofía en la Universidad de Chile [10] (en 1900). En esos mismos años ingresaría al partido de su vida y a la masonería [11]. Después de 1910 continuó sus estudios de derecho y economía  en Francia

A su regreso emprendió una exitosa carrera política [12] que culminó el 24 de diciembre de 1938, cuando asumió como Presidente de la República [13], apoyado por el Frente Popular.

Antes de cumplir un año de gobierno enfrentó el  terremoto de Chillán [14] y el “Ariostazo” [15].  Durante su gobierno impulsó fuertemente la industrialización del país, fundando la Corporación de Fomento a la Producción [16] (CORFO) con el fin de construir plantas eléctricas y siderúrgicas. Si bien era un convencido de que el Estado debía redistribuir las tierras improductivas (idea que plasmó en su libro El Problema Agrario [17]) y que la reforma agraria estaba contemplada en su programa de gobierno,  su temprana muerte no permitió llevar a cabo esa aspiración.

En concordancia con su lema de campaña “gobernar es educar”, otro eje fundamental de su administración fue la expansión de la instrucción primaria, con la construcción de más de 500 escuelas y casi sextuplicando el número de alumnos matriculados.

Otra característica de su gobierno  fue su política cultural. En 1939 promovió el Premio Nobel de Literatura para Gabriela Mistral [18], con quien lo unía una estrecha amistad [19], premio que finalmente obtendría en 1945. Ordenó elaborar el proyecto de ley para crear el Premio Nacional de Literatura [20] que finalmente fue promulgado en 1942. En los sectores populares creó espacios orientados a la ocupación del tiempo libre [21] de hombres, mujeres y niños.

En el campo internacional, tras la derrota del bando republicano en la guerra civil española, gestionó el traslado al país de numerosos refugiados españoles [22] en el carguero Winnipeg [23] y más tarde recibió a refugiados judíos [24] que huían de los territorios ocupados por la Alemania Nazi. Por otra parte, luego de la reclamación hecha por Noruega sobre territorio antártico, el gobierno de Aguirre Cerda declaró oficialmente en 1940, su intención de incorporar a la vida nacional el territorio sobre el cual reclamaba soberanía, estableciendo los límites de la Antártica Chilena.

Durante su mandato, la revista Topaze [25] lo convirtió en “Don Tinto” [26], debido a las viñas que poseía y su eslogan “gobernar es educar” fue modificado en “gobernar es viajar”, debido a sus constantes salidas al exterior.

Después de su muerte [27], la figura del Presidente se consolidó en el imaginario popular a través de su viuda Juanita Aguirre Luco [28], quien siguió desplegando una activa función social que ayudó a realzar su propia figura y la de su esposo, como exponentes de una política popular puesta al servicio de los más desposeídos.