Entrevista a Alfredo Barriga: Cómo afectará a nuestras vidas la nueva Revolución Digital

26 Diciembre 2016

Entrevistamos a Alfredo Barriga y le preguntamos de su nuevo libro sobre la nueva revolución digital, sus oportunidades y sus desafíos, especialmente para los países de América Latina.

Mi Voz Chile >
authenticated user Corresponsal

Alfredo Barriga, economista y MBA, ex Secretario Ejecutivo de Desarrollo Digital en el Gobierno de Sebastián Piñera, publicó en Amazon.com su primer libro titulado “Futuro Presente: como la nueva revolución digital afectará mi vida”. Se encuentra ingresando en el buscador de www.amazon.com el nombre del autor. Está en versión digital (14.95 dólares) e impresa (21.85 dólares)

El libro cuenta con un Prefacio del mismo Presidente Piñera y de un prólogo del economista Sebastián Edwards. “Creo que es la primera vez que escriben tres economistas a la vez sobre este tema en el mundo”, señala el autor.

Lo entrevistamos sobre su libro. Se le enciende la cara, le brillan los ojos, y habla con una convicción y pasión a la que es difícil restarse. Explica con desborde de datos y ejemplos - que se nota domina - la naturaleza de esta nueva revolución, sus oportunidades y sus desafíos, especialmente para los países de América Latina.

“En el libro “Por qué fracasan los países” describen a mi modo de ver de una forma muy certera por qué América Latina, siendo al momento de su conquista una región mucho más rica que América del Norte, se ha quedado atrás en cuanto a desarrollo económico y humano. La nueva revolución digital es una gran oportunidad de corregir un problema estructural que hemos tenido por más de 500 años”, nos dice entusiasmado.

¿Por qué habla de una “nueva” revolución digital? ¿No estamos ya en medio de una?

En mi libro distingo entre dos términos, que pido prestado de la Consultora Mc Kinsey: “digitalizar” y “digitizar”. Hasta ahora, la revolución digital ha estado centrada en la digitalización de las actividades sociales, económicas, académicas, de gobierno. Consiste en hacer lo mismo, pero usando tecnología. Lo que es nuevo es la “digitización” de las actividades, que consiste en repensar la forma de resolver problemas y entregar productos y servicios de mayor valor.

¿Podría explicar con un par de ejemplos?

Por ejemplo, el grupo de retail chileno Falabella anunció este año que quieren ser el principal operador de comercio electrónico de América Latina y que están dispuestos a invertir mil millones de dólares en ello. Si el modelo va a ser Falabella.com, estamos frente a una digitalización. Y puede funcionar, en el corto plazo. Pero en frente tienen a alibaba.com, y eso ya es una digitización. El modelo de negocios de alibaba.com le va a ganar al de Falabella.com. Por eso en la bolsa de Estados Unidos Sears & Roebuck vale apenas 1.400 millones de dólares y alibaba.com vale más de 200.000 millones de dólares. Otro ejemplo está en la forma en que se enfrenta la necesidad de formación superior y especializada creciente en el mundo. Las Universidades de la Región sacan Diplomas con clases semi presenciales. Harvard y el MIT arman un joint venture de 60 millones de dólares para MOOCs (cursos masivos vía Internet). En vez de diplomados, entregan cursos, por los cuales cobran apenas unos dólares. Esos cursos son para adquirir competencias propias de la nueva revolución digital. Una señora chilena ya adulta me contó que había tomado un curso de programación computacional en Harvard (el alma mater de Mark Zuckenberg y de Bill Gates) por solo 90 dólares. Eso es una digitización de la formación superior. Quizá el término “carrera” y “grado académico” sea irrelevante para conseguir trabajo en 20 años más.

¿Entonces es una revolución del modelo de negocios más de que las tecnologías?

No. Según Mc Kinsey, para el año 2025 doce tecnologías emergentes tendrán un impacto económico en el mundo de entre una y dos veces el actual tamaño de la economía de Estados Unidos. ¡Eso es mañana! Ese impacto va a ser producto de esas tecnologías junto con los nuevos modelos de negocio

Cuesta creer que eso vaya a ser así, puesto que el tamaño de la economía digital aún está muy lejos de ser la predominante, especialmente en América Latina. Vemos que las cosas no digitales siguen siendo lejos las más importantes. ¿Cómo lo explica?

Es que hay un nuevo paradigma al cual aún no nos acostumbramos. Estas nuevas tecnologías tienen efectos exponenciales. Si lo proyectásemos en una curva, que en el eje vertical registra el grado de penetración y uso de la tecnología, y en el eje horizontal registra el tiempo, tendría la figura de una ese invertida: al comienzo crece poco, pero de repente explota, para luego volver a crecer poco… hasta que llega una nueva tecnología o una nueva versión de la tecnología y comienza el ciclo nuevamente. Y esos ciclos son cada vez más cortos, superponiéndose unos con otros. El efecto es exponencial. Aún no nos damos cuenta por eso. Pero la economía digital ha crecido a dos dígitos desde que se creó gracias a la World Wide Web e Internet. En 2010 ya superaba el tamaño de Canadá, creaba 2,6 puestos de trabajo por cada uno que destruía, y el importe del comercio electrónico mundial era de unos 8 billones de dólares, equivalente al 50% del PGB de Estados Unidos.

¿Cuáles son esas tecnologías?

Según Mc Kinsey, y considerando solo las tecnologías digitales de la lista, están Internet móvil, la automatización del trabajo del conocimiento, la computación en la nube (cloud computing), la Internet de las cosas, y la impresión 3D. Y yo añadiría la secuenciación del genoma humano, los vehículos autónomos y semi autónomos, y la robótica avanzada, porque tienen un alto componente digital.

Por curiosidad, ¿Cuáles son las no digitales?

También las describo y analizo en mi libro: energías renovables no convencionales, sistemas de almacenaje de energía, sistemas de extracción de gas y petróleo (fracking) y materiales avanzados. Curiosamente, son las 4 tecnologías que afectan más directamente a América Latina: del lado de oportunidades, el sol del desierto de Atacama, el viento de las costas del pacífico y del atlántico, la energía de los volcanes y de las mareas. El litio. Los pozos de gas y petróleo horizontales. Y del lado de las amenazas, los materiales avanzados, en particular el grafeno, que va a ser una competencia formidable del cobre, el carbón, el fierro, el aluminio y otros metales.

¿Por qué dice que esta nueva revolución digital es una oportunidad para que América Latina supere problemas estructurales? ¿Cuáles son esos problemas?

Como le decía, en el libro “Por qué fracasan los países” queda cristalinamente claro. Creamos sociedades extractivas, no inclusivas. Somos descendientes de los conquistadores, que vinieron a eso, a conquistar. Se encontraron con sociedades avanzadas y extractivas – donde había un poder central de una elite y una gran masa que la servía – y al conquistarlas reemplazaron a las elites y siguieron un modelo extractivo. Ojo, que “extractivo” para los autores del libro no se refiere a que basan su economía en extraer recursos naturales – que lo hagan es una coincidencia de término – sino a que la sociedad se basa en una estructura por la cual una elite extrae valor desde una masa, lo cual hace que ésta tenga pocos incentivos para ser productivos. Los españoles y portugueses también venían de sociedades extractivas. Simplemente conquistaron otras sociedades similares. Y cuando los países de la Región se independizaron, fue porque las élites nacidas en las colonias eran dejadas de lado. Entonces, conquistaron su independencia, pero la estructura social se mantuvo inalterada.

Por el contrario, los peregrinos que llegaron a América del Norte no eran conquistadores. Llegaban a hacer un nuevo país, porque venían huyendo por diversos motivos de sus países de origen. No se encontraron con sociedades extractivas ni tampoco ricas – el descubrimiento de oro en California sucedió 70 años después de la independencia. Y venían fundamentalmente del único país de Europa que había evolucionado hacia una sociedad más inclusiva, desde que los nobles curvaran el poder del rey en la Carta Magna. Entonces, tuvieron por fuerza que crear a partir de lo que había. Por ello el valor que dieron al emprendimiento personal y al desarrollo de la ciencia y el conocimiento: era el único camino para el desarrollo. Y en ciento cincuenta años crearon el país más poderoso del mundo, económica y militarmente.

¿Pero qué tiene que ver todo eso con América Latina y la nueva revolución digital?

Necesitaba esa larga introducción para poder explicarlo.

La nueva revolución digital cambia el juego de la economía y los negocios. Desde el comienzo de la civilización humana, la creación de la riqueza ha estado vinculada a la posesión de recursos tangibles: naturales, materiales, financieros. Es la primera vez en la historia de la humanidad que la creación de la riqueza está vinculada esencialmente a la posesión de dos recursos intangibles: el talento y el acceso a las tecnologías digitales. América Latina se enfrenta a la misma encrucijada que se enfrentaron los peregrinos que llegaron a América del Norte. No tiene más remedio que desarrollar la parte que nunca ha desarrollado porque no lo necesitaba: el talento, la innovación, el emprendimiento disruptivo. O hace eso, o fracasarán los países de la región porque fracasarán sus empresas, sus Universidades, sus Gobiernos. Y eso obliga a desarrollar una sociedad inclusiva.

Por último: ¿Qué recepción ha recibido su libro?

La mayor satisfacción que he tenido por quienes lo han leído y me lo han comentado ha sido que espontáneamente el comentario ha sido el mismo “¡Que entretenido tu libro!”. No han dicho “que técnico” o “que profundo” … sino “que entretenido”. Y eso es lo que buscaba.  Que sea entretenido entender la nueva revolución digital. Estoy dando charlas en empresas y en instituciones, donde explico esto mismo pero adoptado a la realidad de cada cual, y les doy un libro. Han tenido una gran acogida. Espero dedicarme a eso. Realmente lo pasamos todos muy bien hablando de la nueva revolución digital. Y siempre dejo unas ganas enormes de hacer algo al respecto.