De visita en Valdivia el Premio Nacional de Periodismo 2011, Sergio Campos, participó en la ceremonia que conmemoró los 200 años de la creación de la “Aurora de Chile”, primer periódico nacional.

El periodista y voz emblemática de radio Cooperativa, desde 1981, realizó una charla a colegas, gente de comunicaciones y autoridades regionales.

En ese contexto el comunicador se dio un tiempo para conversar con El Naveghable y abordar algunos de los temas que más preocupan a la sociedad de hoy.

Uno de los tópicos fue la violenta expansión de las redes sociales, y el uso que tanto periodistas como usuarios de todo tipo, les han dado para transmitir, compartir y difundir información.

La situación ha preocupado a algunos gobiernos que ya piensan en restringir el uso de estas, como en Estados Unidos y algunos países del Medio Oriente.

Para Sergio Campos, medidas como estas son completamente erradas y apeló al criterio de los profesionales de la prensa, “es un grave error restringir la información, precisamente en un mundo globalizado las informaciones hoy día circulan con una rapidez extraordinaria. Hay que tener mucha precaución por parte de los periodistas y por ende de las audiencias porque hay acciones que ocurren y que tienen un afán meramente propagandístico”.

Campos continuó argumentado que, “las guerras se nos muestran de una manera pero muchas veces el trasfondo de estas historias hay grande mentiras, por ejemplo en la guerra de Irak, se hablaba de armas químicas, pruebas bacteriológicas evidentes y al final era una falsedad completa, un recurso para derrocar a Sadam Hussein por motivos políticos. Más allá de que uno puede estar o no de acuerdo con un determinado tipo de gobierno, lo importante es saber de que aquí hubo toda una maniobra comunicacional en la que se engancharon prácticamente todos los medios de comunicación del mundo, por lo tanto hoy día los periodistas tenemos que tener mucho más cuidado con lo que las fuentes nos señalen, por muy oficiales que sean”.

Ley Hinzpeter y la libertad de expresión

Uno de los temas que mantiene incómodo al oficialismo por estos días es el constante rechazo al proyecto de ley que “Fortalece el resguardo del Orden Público”, denominado como la “Ley Hinzpeter”, y que pretende endurecer las penas a quienes participen en manifestaciones públicas.

No han sido pocas las regiones del país en donde se han levantado las organizaciones sociales para protestar contra la ley.

Sin ir más lejos la semana pasada hace dos semanas el estudiante de periodismo y practicante del municipio, Rodrigo Cosimo, fue despedido de su lugar de trabajo por participar en una protesta contra la ley. La acción se suma a la desarrollada ayer por parte del Movimiento por la Libertad de Expresión, quienes irrumpieron en el acto de día de la Prensa para dejar ver su rechazo al proyecto.

La situación fue analizada por Sergio Campos, quien fue consultado por el eventual impacto que tendría la Ley Hinzpeter, en los estudiantes de Chile, todo de cara a las manifestaciones que eventualmente se darán a comienzos del semestre, ”Yo pienso que el problema de la educación en Chile es un problema político, en la medida que no hayan políticas que respondan a las necesidades de la población de tener una educación de calidad y equitativa, siempre va a ser un problema político y los problemas políticos se resuelven con más política, con debate, con discusión, análisis, en definitiva con profundización en los problemas reales”, dijo.

El periodista la Ley Hinzpeter en cierta forma apunta a criminalizar el movimiento social, “tratar de abordar los problemas políticos criminalizándolos o judicializándolos, constituye un error que a mí me parece muy grave y ese no es el camino que la ciudadanía está reclamando en las calles. Cuando se consideran delitos situaciones que son de dudoso límite entre lo que puede constituir un delito criminal y lo que puede constituir una manifestación social, crea una confusión y se presta para acciones arbitrarias de la autoridad”.

Finalmente Campos dijo que, “yo confío que en parlamento existe un espíritu global por garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información”.