¡Por un verano sin malos ratos!

08 Octubre 2014

Se acerca el verano, por lo que muchas personas están pensando en inscribirse en los gimnasios, mientras que otras están optando por consumir productos alternativos que ofrecen “milagrosos” cambios físicos en pocas semanas. Por Lorena Bustamente.

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Por Lorena Bustamente, directora Sernac Los Ríos.

Se acerca el verano, por lo que muchas personas están pensando en inscribirse en los gimnasios, mientras que otras están optando por consumir productos alternativos que ofrecen “milagrosos” cambios físicos en pocas semanas. 

Es por ello, que queremos hacer un llamado a los consumidores a tomar las precauciones necesarias para que bajar unos kilos no se transforme en un dolor de cabeza.

En el caso de los productos, deben cumplir lo prometido en su publicidad, ya que la información debe ser veraz y comprobable y no pueden inducir a engaño a los consumidores. 

Es importante dudas de promesas demasiado buenas para ser verdad, ya que debemos recordar que no todo lo que brilla es oro. 

En general, los productos denominados como “milagrosos” se caracterizan por exagerar sus efectos, presentar testimonios de especialistas, famosos o bien, presentar consumidores con resultados increíbles en poco tiempo. Pero las promesas 
se deben cumplir y comprobar. 

A su vez estos productos deben contar con las autorizaciones respectivas, ya que en ningún caso deben poner en riesgo la salud o seguridad de los consumidores. En el caso de que un consumidor haya adquirido un producto de este tipo, pero éste no cumplió su promesa, tiene derecho a exigir una indemnización. 

En el caso de los gimnasios, es importante recordar que los consumidores tienen derecho que se informen las condiciones relevantes del servicio.

También tienen derecho a recibir un servicio de calidad, contar con personal idóneo, respetar lo ofrecido, publicitado y lo acordado y contratado con el consumidor y responder si hacen un trabajo deficiente.

Los contratos, publicidad y carteles en los que las empresas se desentienden de su responsabilidad no respondiendo por daños, accidentes o robos no tienen validez, pues es su deber entregar un servicio que no afecte la salud o seguridad de los consumidores.

Es importante recordar antes de adquirir un producto o contratar un servicio, los consumidores exijan sus derechos.