No tengo dudas de que si hoy se evaluara el estudio de impacto ambiental de HidroAysén, lo más probable es que no se aprobaría. Los seremis que ayudaron al gobierno a sacarlo adelante de manera tan poco prolija y profesional, no creo que hoy estuviesen dispuestos a cometer tal omisión y lo pensarían mucho antes de correr los riesgos y las implicancias de hoy de esa decisión.

La realidad actual de Chile y de ello HidroAysén no es ajena, porque precisamente este proyecto emblemático de generación de energía, es el representante más reconocido, de un pasado en donde las evaluaciones ambientales no eran estrictas y se hacían más que nada como un tramite más, sin la rigurosidad que exigimos hoy en día a estas intenciones, por las consecuencias sociales, culturales, económicas y medio ambientales. En ese entonces bastaba con pagar las evaluaciones y presentarlas para sacarlas adelante. Por este motivo se han estado descubriendo enormes fallas en la fiscalización de un sin número de estudios presentados, en proyectos que están en operación y que no han cumplido con los requerimientos ante una fiscalización efectiva, rigurosa y profesional. La ley tiene que cambiar y no permitir más que los propios interesados presenten sus estudios de impacto ambiental. Deben ser realizados estos estudios por entes objetivos y profesionales, que entreguen garantías suficientes a las comunidades intervenidas, de que las cosas se están haciendo bien.

También en otros rubros se cometieron delitos en la fiscalización. Esta el caso La Polar, el de las Universidades privadas y sus respectivas acreditaciones. Freirina es un caso muy parecido a HidroAysén, en donde no se entiende como pudieron sacar adelante el estudio de impacto ambiental y poner en operación una planta de faenación de chanchos de tal magnitud y tan cerca de una comunidad. Que además está destinada a la exportación y debería ajustarse a fiscalizaciones rigurosas dentro del contexto de la OCDE. Isla Riesco es también una intención emblemática en Magallanes en este sentido. Que tiene un estudio paupérrimo de factibilidad y lamentablemente esta en pleno desarrollo y lleno de irregularidades.

La respuesta del porqué estos sucesos fueron permitido es clara. Hasta antes del 9 de mayo del 2011, día en que se aprobó HidroAysén, no teníamos conciencia de esas irregularidades y confiábamos en los referentes. Fue solo en ese momento con HidroAysén sobre la mesa, donde la manipulación se hizo tan evidente, que no nos quedó otra alternativa que entender que algo no estaba bien en el tema de la evaluaciones ambientales y tomamos por fin conciencia de los hechos, porque la sustentabilidad y la vida de muchas comunidades estaba en juego.

Es difícil de olvidar en Aysén todas las irregularidades que se cometieron al aprobar HidroAysén y considero que es de importancia vital que éstas no se olviden bajo ningún aspecto, como suele ocurrir siempre en Chile. Los responsables de ese acto de barbarie cometido, en algún momento tendrán que dar las explicaciones correspondientes y presentarse ante la justicia.

El mismo día de la evaluación oficial a HidroAysén, que no fue más que una teatralización de una decisión tomada mucho antes en ese triste 9 de mayo del 2011 por los Seremis de Aysén. El ministro del interior de ese entonces Hinzpeter, no dudó en arengar a los Seremis por los medios radiales y televisivos esa mañana, para asegurarse así de no tener sorpresas que lamentar después, exponiendo sin tapujos sus intenciones de que el SEA de Aysén  aprobara a como diera lugar HidroAysén. El mensaje de esa mañana fue claro y directo. Tamaña era la falta de conciencia de ese entonces, que el Ministro no tuvo reparo alguno en hacerlo públicamente. Hoy de seguro no cometería tal insensatez política de dejar pruebas por los medios de comunicación de la presión ejercida a sus Seremis ese día.

El caso más elocuente y sincero de esa inconsecuencia, que demuestran como estaban confabulados con HidroAysén, fue el caso del Seremi de Obras Publicas de Aysén, el ingeniero Quemel Sade Barría, aysenino de nacimiento, Actualmente Seremi de Obras Públicas. Sade fue repatriado por RN por expresa petición del senador Horvarth, que confiaba en él por ser un hijo de Aysén. Se pensó era el hombre cabal ante lo que tenía que enfrentar en su cargo. Estaba claro que el gran tema era HidroAysén y su cartera de importancia vital en la evaluación del proyecto. Que defendería los valores de su tierra y lucharía por hacer las cosas bien como profesional. Llegó en gloria y majestad a la región a comienzos del gobierno de Piñera una tarde de marzo. Para no ser menos y demostrando su autoridad desde el vamos, en un total acto de inocencia e ignorancia política, un poco sobre excitado con el cargo, como un niño con juguete nuevo, traicionando desde el vamos al senador Horvarth desde la misma llegada a la región, a pesar de éste haberle depositado su confianza al traerlo de vuelta a la región, demostrando plenamente la sensación de impunidad que se tenía en ese 2011.  En el mismo aeropuerto de Balmaceda, Sade no dudó y discursó como un Rock Star por los medios regionales que lo fueron a esperar, diciendo: “Las lucas están en HidroAysén, vengo a buscarlas y a invertir con ellos, porque en esa empresa está el futuro de Aysén. Debemos aprovechar esta oportunidad para hacer las obras que necesitamos y conseguir trabajo y dinero para todos” el mensaje estaba dado a HidroAysén, podían contar con él para lo que viniera. Dichos de un Seremi de Obras Públicas que después evaluó y aprobó HidroAysén.

Hoy el país ha cambiado en este aspecto y ya no se permiten estas actitudes matonescas que se hicieron difíciles de aceptar como antes. Incluso sin mucha difusión porque no le conviene a HidroAysén, que debe hacer un lobby importante para que se sepa poco, de la realidad inminente de la llegada de las energías renovables no convencionales a los proceso productivos. Ya se están poniendo en ejecución importantes proyectos de energía renovables, orientados al área minera en el norte del país. Que representan el presente-futuro de la estrategia energética que realmente necesitamos en Chile. Demostrando que HidroAysén no es necesario bajo ningún aspecto y que sólo es tecnología del pasado en el mundo del futuro.

El ejemplo práctico que demuestra la tendencia, es el complejo solar que se construyó hace poco y que fue puesto en operación hace pocos días en la comuna de Sierra Gorda, en la región de Antofagasta por la minera El Tesoro. Proyecto emplazado en una de las zonas con las mejores condiciones de radiación solar del planeta, que representa hoy un importante avance estratégico en energias renovables. Es el proyecto solar más grande del planeta en la actualidad, que usa tecnología solar cilindro-parabólica, que es aplicada en todos los procesos de la producción del cobre y la extracción de los solventes por la electro obtención. Aportando energía térmica a todos los procesos. Lo que indica el inminente cambio de mentalidad de la industria minera, que ya entendió que no necesita destruir Aysén a 2700 kilómetros de distancia para conseguir energía. Que el Sol es su mayor aliado y su mejor fuente de energía, que además está muy cerca y sobre sus propias cabezas. 

Por Andrés Gillmore secretario y vocero de Corporación Costa Carrera Cuenca del Baker-Aysén.