Una destacada trayectoria en el Poder Judicial, su representativo rol en la implementación de la Reforma Procesal Penal, y los estrechos vínculos que ha sostenido con el quehacer académico, han sido la antesala del nuevo papel que Xavier Armendariz cumplirá como Decano en la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián.

El ex Fiscal Regional del Ministerio Publico de la Zona Metropolitana Oriente, cargo que desempeñó hasta mayo último, lidera a partir de este mes una Facultad que cuenta con más de mil 500 alumnos en las 5 sedes de la USS.

“La Universidad tiene un proyecto educativo que estoy llamado a cumplir, además tiene una estructura de trabajo bastante definida (…) lo que voy a tratar de llevar adelante es un efectivo trabajo en equipo, que es considerado como un elemento central de gestión”, explica.

Reconoce que las circunstancias propias de su carrera lo han llevado por el camino de la docencia y asegura que es un área que le gusta. “Por distintas situaciones me tocó hacer capacitaciones y bastante docencia, especialmente a partir del año 2000, a distintos públicos y en distintas partes (…) nos tocó iniciar un sistema de justicia inédito en Chile y primero tuvimos que capacitarnos nosotros mismos, para luego ir capacitando sucesivos operadores y también a gente que trabaja en proyectos de reforma fuera de Chile”, comenta.

Los nuevos abogados

Desde su nuevo rol, Armendariz analiza los desafíos que tienen los nuevos profesionales que se integran al sistema, y recalca la importancia de reforzar habilidades como la litigación y la capacidad de adaptación a las nuevas necesidades de la sociedad.

“El desafío de los abogados es - siempre sobre la base de una sólida formación profesional y de una postura valórica correctamente asentada - poder hacer frente a un mundo que cada vez presenta desafíos más complejos, en forma más variada y rápida. Todas las sociedades van cambiando, pero la nuestra, con la multiplicidad de avances que tiene sobre todo en lo tecnológico y en el intercambio de información y por lo tanto en el contacto entre los seres humanos, hace que los problemas jurídicos requieran de abogados que sepan adaptarse, trabajar y perfeccionarse en un mundo en cambio”, dice.

Por otra parte destaca que si bien la litigación no es el único aspecto en el que se puede  desarrollar una persona en el campo jurídico, es sin duda una función relevante, que es importante reforzar en el periodo de formación de los nuevos abogados. “La expresión oral de ideas en la litigación requiere un sólido conocimiento jurídico, requiere buen vocabulario, y una capacidad de idear situaciones y escenarios, y de tener respuestas jurídicas en forma prácticamente instantánea. La litigación deja poco espacio al error, a la duda, y desnuda rápidamente las deficiencias, por lo tanto, sin duda que es un área de la profesión muy exigente”, puntualiza.