Desde la Conupia aseguraron que efectivamente existen algunas licitaciones que son “extremadamente específicas” aunque reconocieron que el mecanismo de compras públicas es mucho más transparente que el del sector privado.

Una dura crítica lanzó el Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, a los mecanismos de licitación de compras públicas que realiza el Estado. El principal cuestionamiento apuntaba a que, si bien, durante las últimas décadas se ha aumentado la transparencia en el sistema, la manera en que están formuladas las bases muchas veces desemboca en arbitrariedades que terminan perjudicando a las pequeñas y medianas empresas.

En entrevista con el diario Estrategia, el Contralor aseguró que las especificaciones que contienen las licitaciones “están hechas para facilitar que compren ciertos grupos, ciertas personas o cierta tecnología” y agregó que esta situación desemboca en “factores de evaluación distorsionados”.

En la práctica, esto significa que se cumple con las disposiciones legales que obligan a efectuar un llamado a concurso público, aunque la construcción de las bases esté hecha como “traje a la medida” para algunas empresas. Un vicio que aunque legal, de todas formas constituye, una irregularidad.

Además, Mendoza calificó la multiplicidad de bases para cada proceso de compra como una verdadera “Torre de Babel” del sistema.

Ante esto, el presidente de la Conupia – gremio que agrupa a las micro, pequeñas y medianas empresas – Pedro Davis, reconoció han detectado “licitaciones en que las bases son extraordinariamente específicas y, efectivamente, pocas empresas pueden cumplir con los requisitos. Frente a eso, hemos propuesto que cada vez que el comprador tenga una duda respecto de las características técnicas que tenga el concurso, lo que corresponde es llamar a un paso previo para definir las bases de la licitación”.

Pese a ello, Davis precisó que el sistema Chilecompra otorga mucha más información ante las licitaciones que el modelo privado, lo que beneficia a las pymes ya que, al menos, saben a quién le están vendiendo sus productos. El dirigente comentó además que, desde su implementación, el instrumento ha ido aplicando mejoras en cuanto a la transparencia.

Sin embargo, la Contraloría detectó que dentro de las observaciones recurrentes que aparecen después de las auditorías en esta materia se incluyen la fragmentación de las compras para eludir la licitación pública o la toma de razón; criterios de evaluación que vulneran el principio de igualdad o el de certeza; modificación de las condiciones después de la adjudicación; análisis técnico y económico que no se ajusta a las bases y compras realizadas fuera del sistema y de todo control.

En esa línea, las instituciones que concentran la mayor cantidad de reclamos son los municipios y los hospitales.

Respecto de ello, el presidente de la Conupia indicó que es necesario que el equipo encargado de las compras públicas cuente con mayor capacitación y sepa perfectamente los requerimientos técnicos, por ejemplo, de los equipos que se quieren adquirir.

El año pasado la Contraloría firmó un convenio con la dirección de Chilecompra que ha permitido acelerar las investigaciones de los reclamos por irregularidades en los procesos de licitaciones. Por otro lado, y aunque no tiene un ligazón directa, la Fiscalía Nacional Económica emitió una guía para asegurar que se respete la libre competencia en el sector público.

En esta materia, el organismo fiscalizador aseguró que de 100 denuncias que reciben, 10 van a parar a la Fiscalía Económica. Según las proyecciones que ha realizado Chilecompra el mercado de las adquisiciones públicas mueve cerca de 8 mil millones de dólares al año, donde participan más de 100 mil proveedores.

Finalmente, Davis hizo un llamado a instaurar una política pública que refuerce el rol de las Pymes a la hora de enfrentarse a licitaciones públicas.