Cautivos del discurso de HidroAysén

Cautivos del discurso de HidroAysén

01 Enero 2013

Solicitarle un nuevo estudio de impacto ambiental a HidroAysén, seria lo más acertado y lo más lógico pensando en el bien del país y de Aysén, solo seria aplicar el sentido común ante un tema vital para el desarrollo de país, ante las dudas de la primera evaluación.

Andrés Gillmore... >
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Por Andrés Gillmore, secretario y vocero de la Corporación Costa Carrera-Cuenca del Baker Aysén.

La semana pasada el diario vespertino La Segunda, publicó una entrevistadel vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández, que rompió un silencio de meses, manifestando su intención de que ahora si estarían dispuestos a entregar suculentos royalties a las comunidades de Villa O’Higgins y Cochrane en la cuenca del Baker en Aysén, con tal que se apruebe definitivamente el estudio de impacto ambiental que presentaron. Estudio que está en tela de juicio sobre la veracidad de lo expuesto. Tanto así, a pesar de haber sido aprobado por el SEIA (servicio de evaluación ambiental de Aysén), dejando muchas dudas y tendrá que ser revisado en su concepción y confirmado por el consejo de ministros a más tardar la segunda semana de enero. Dictaminando si se acepta en definitiva o se le solicita a HidroAysén un nuevo Estudio de Impacto Ambiental.

Solicitarle un nuevo estudio de impacto ambiental a HidroAysén, seria lo más acertado y lo más lógico pensando en el bien del país y de Aysén, solo seria aplicar el sentido común ante un tema vital para el desarrollo de país, ante las tremendas dudas que dejó la primera evaluación. Si le aplicamos la frase del mundo judicial con el cual los jueces sustentan muchas condenas criminales, que ante la duda es mejor abstenerse, esa debería ser la premisa y la mejor opción del Consejo de Ministros y la que esperamos todos los chilenos.

Fernández dijo en la entrevista que las comunidades de Villa O’Higgins y de Cochrane están a favor delproyecto. Sustentando sus dichos en las encuestas que ellos mismos realizan en las comunidades de Aysén, pero que en verdad son muy poco confiables. Nos consta que solo realizan sus encuestas en casas donde ellos saben que serán bienvenidos. Por eso entendemos que las encuestas a las que hace referencia Fernández son poco creíbles y son manipuladas para lograr un discurso público creíble.

En Chile tenemos claro con duras experiencias, inclusive para el mismo gobierno ocurridas en las últimas municipales, que las encuestas no son de fiar y que nunca se coinciden con la verdadera realidad, sobre todo cuando son cara a cara y el encuestado se cohíbe de decir su verdadero punto de vista y solo quiere salir luego de la diligencia. Por todo esto, es que se solicitó en el punto cuatro del Movimiento Social por Aysén, realizar un plebiscito vinculante en el tema de las represas, que aclarara el tema definitivamente y dejará de ser un punto ideológico utilizado por HidroAysén para manipular el discurso público, pero el gobierno no lo ha querido aceptar bajo ningún punto de vista, porque saben que de hacerlo sería rechazado el proyecto en forma unánime por toda la región.

Fernández desde siempre se ha aferrado para justificarse, que la Hidroelectricidad es limpia y renovable, que construir represas de muro de contención con sus respectivos embalses, interviniendo ríos, está en un mismo estándar de calidad y de proyección que las energias renovables, como la eólica, solar y la geotermia, poniéndose el sayo que ellos representan el futuro. Ese discurso es una gran falacia, sustentada por la ignorancia del medio, que no se permite tomarse el tiempo para investigar las verdaderas repercusiones y consecuencias que significan darle entrada a un proyecto de esta índole. Las represas de muros de contención son tecnología del pasado en el mundo del futuro. Las naciones desarrolladas que deberían ser nuestro espejo como las nórdicas no las construyen más, porque han entendido sustentados por estudios científicos, que producen mucha contaminación, destruyendo los ecosistemas acuáticos y terrestres. Ocasionando desplazamientos importantes de las comunidades que se ven obligadas a irse ante la intervención y originan transtornos culturales, sociales, políticos y económicos en los territorios intervenidos.

Se sabe que las hidroeléctricas de embalse y muros de contención, emiten diez veces más gas metano y CO2 que las propias termo eléctricas, que es lo que esta produciendo el actual calentamiento global y todo lo que ello significa de negativo para el planeta.

Las centrales de paso son las que realmente no contaminan, HidroAysén muy astutamente hace el juego semántico tratando de confundir a la opinión pública al decir que sus represas son centrales de paso cuando en verdad no lo son y nunca lo serán.

Las represas que pretende de HidroAysén son de muros de contención de 180 metros de alto y con grandes embalses, que necesitan tener una evaluación constante, porque dependen de la verificación diaria del estancamiento del nivel de los sedimentos causados a lo largo del tiempo en el muro y en el mismo embalse, haciendo que disminuya el volumen del agua y con ello el volumen de generación y además destruyendo los ríos para siempre. Endesa ha calculado que el promedio de vida útil de una represa de muro de contención no superara los 50 años de vida útil. Hay casos comprobados que es mucho menos la vida útil de estas moles de cemento. Lo que queda después con la represa en desuso, es un enorme pozo de arena que generara una gran contaminación, ambiental como escénica y que perdurara por toda la eternidad, dañando para siempre los intereses económicos del territorio intervenido.

Los habitantes de los territorios intervenidos están completamente desprotegidos bajo la actual Ley, que extrañamente no fueron tomados en cuenta al momento de redactarla. Nada se dice en referencia a este factor de gran importancia y de la pérdida de puestos de trabajo que sufrirán las comunidades, que dependen de la calidad ambiental y escénica para salir adelante en actividades ecológicas, como lo son el turismo de intereses especiales y la ganadería en el caso de la cuenca del Baker. El propio estado pierde millonarias recaudaciones en contribuciones, patentes e impuestos.

No es coincidencia que el gobierno elija las dos primeras semanas de enero para decidir este trascendental tema. Elegir estas fechas no es por acaso, es estratégico y forma parte de una planificación por intentar aplacar la contestación ciudadana que sabe llegará, en caso de concretarse la intención de HidroAysén, no solo en Aysén como en todo Chile. Dejando en evidencia la falta de garantías actuales del mundo ciudadano, que demuestran las verdaderas intenciones del gobierno en relación con HidroAysén. Pregunto!, por qué no se hacen estas evaluaciones en junio, julio o agosto. La respuesta es clara, quedaron tremendamente asustados por lo que sucedió el 9 de mayo del 2011 en Aysén, fecha en que se aprobó en primera instancia el estudio de impacto ambiental de HidroAysén, donde la gente de todo Chile salió a las calles enfurecidas por la injusticia cometida, que fue lo que finalmente desencadenó la rebelión ciudadana y propusiera el gran cambio que se esta generando en Chile a nivel ciudadano.

Desde el mundo ciudadano esperamos que los senadores entiendan que si la carretera eléctrica es aprobada solo para abonarle el camino a HidroAysén, nada bueno puedo salir de ello. El consejo de ministros debe tener la capacidad de entender, que si le dan luz verde al estudio de impacto ambiental de HidroAysén, con tantas deficiencias, irregularidades y tan serias omisiones, se estarán haciendo participes de una maquinación que no les hace honor de lo que representan y por lo que fueron elegidos. Que la historia los juzgara sin misericordia y les enrostrará para siempre el actuar. Serán recordados como el grupo de ministros que no supo ver la verdad y se entregaron a intereses foráneos de dudosa reputación.