Lucas Palacios expresó de manera simple lo que pasó técnicamente con el puente: “No hay un problema estructural, tampoco el puente quedó chueco, ni tampoco es que se haya puesto al revés ninguna cuestión, eso es falso”.

Palacios, de profesión ingeniero forestal, añade que “Lo que ocurre es lo siguiente: los brazos son simétricos eso es lo estructural, sobre los brazos se ponen los tableros que son de fierro y se arma como un puzzle, éstos son de alta tecnología y se importan (…) este puzzle que es invisible al ojo tiene un cierto desnivel para que las aguas lluvia se conduzcan de forma adecuada. Lo que ocurre que una vez terminado el ensamblaje de la cubierta, del puzzle, se hace una medición que no es al ojo humano, sino que es instrumental para ver si la curvatura corresponde a las especificaciones para el manejo de aguas lluvias y es ahí donde la inspección fiscal encontró ciertas diferencias”.

¿No le queda claro? Bueno el subsecretario ahondó en la explicación “En este puzzle alguna de sus piezas quedaron cambiadas, y una vez armado nos damos cuenta de que la curvatura no es la óptima, no es la que corresponde a las especificaciones técnicas y es ahí donde se le exige a la empresa que rectifique”.

Ciclovías al revés

El subsecretario del MOP también se refirió a la afirmación de que las ciclovías del puebte basculante quedaron al revés sitaución que niega totalmente.

“Sobre la base metálica se pone como un polímero y sobre ese polímero se dibuja la calle y la ciclovía, por lo tanto, quien dijo que las ciclovías estaban al revés es falso, es imposible, esa es una etapa que viene posteriormente. Aquí lo que ocurrió es que las piezas de este puzzle metálico quedaron ensambladas donde no correspondían y la empresa tiene que resolver”, aseveró la autoridad del MOP.