Como la instancia para reorientar la política, a través de la determinación sobre quien encabezará el proceso electoral, calificó el senador por Los Ríos Carlos Larraín la promulgación de la Ley de Primarias realizada por el Presidente de la República Sebastián Piñera. Esta iniciativa considerada como una de la más relevantes y de impacto directo en la ciudadanía, debe pasar ahora por al trámite de toma de razón en la Contraloría y posteriormente se publica en el Diario Oficial, tras lo cual entra en vigencia.

El senador y presidente de Renovación Nacional manifestó que mediante la Ley de Primarias, donde la declaración de candidaturas debe realizarse antes del 1 de mayo de 2013, para luego realizarse el 30 de junio,  “derribamos los mitos sobre este proceso, ya que para muchos las primarias son una pillería, pero hay que decir enfáticamente que no son una diablura, ya que así como que nos sirve a nosotros, le sirve al país. Es la ocasión para que reorientemos la política, a través de esta determinación sobre quien encabezará el proceso electoral, porque creemos que es el mejor sistema, no es porque creemos que las primarias nos convienen como sector”.

El representante de los distritos 53 y 54 ante el Congreso, agregó que “es necesaria una primaria, porque el candidato a la presidencia de la República debe resultar de un debate amplio, con concurrencia de mucha gente. Las encuestas son una manera mecánica de abordar la política y eso no puede sustituir un proceso democrático, dado que en el actual escenario, la realización de la primera vuelta es el peor escenario, ya que es sucedida por la segunda vuelta en un plazo muy breve y no hay tiempo para reorganizarse, lo que hace necesario y pertinente elegir a un buen competidor o competidora”.

En las primarias podrán participar, según determine cada partido o pacto para cada caso, los militantes del o los partidos involucrados, ellos y los independientes, o derechamente todos los ciudadanos con derecho a voto del territorio correspondiente. El sistema de primarias es voluntario, pero sus resultados son obligatorios, tanto para los ganadores como para los perdedores; es decir, el partido o pacto que realiza primarias debe inscribir al ganador con la mayor votación individual, o a los ganadores en el caso de que escojan a sus dos candidatos para una circunscripción o distrito. Por su parte, los competidores que resulten perdedores  no pueden postular para el mismo cargo en el mismo territorio.