Las principales calles de Valdivia no se rompen, no necesitan ser pavimentadas ni requieren que los conductores dediquen su atención a evadir 'eventos'. Las principales calles de nuestra ciudad son sus ríos, y como tales, debemos procurar su permanencia en el tiempo y aprovechar las enormes ventajas que nos entregan y nos convierten en una urbe única a nivel nacional.

Su permanencia en el tiempo se asegura a través del mantenimiento de su condición de navegabilidad y la preservación de su entorno natural. Sin duda, la condición de navegabilidad es y seguirá siendo fundamental para el desarrollo de las actividades turísticas, deportivas e industriales de Valdivia, por lo que no deben ser descuidadas. La fórmula para no perder esta característica única existe, y viene trabajándose desde hace algunos años por parte de la Dirección de Obras Portuarias. Consiste en la conservación del río Valdivia, asegurando un calado de 4,5 metros medidos desde la marea más baja, lo que asegura que las actividades existentes actualmente en la ciudad puedan desarrollarse sin mayores problemas. Esta obra ya tiene un horizonte de tiempo para comenzar su ejecución: el año 2013, lo que parece sonar a buena noticia.

Sin embargo, en torno al sistema fluvial Valdiviano existen una serie de proyectos detonantes que generarán desarrollo y trabajo para la ciudad y sus habitantes, preocupándose a su vez de mantener el equilibrio ambiental. Algunos de estos proyectos, quizá los de mayor impacto en el crecimiento y mejora de la calidad de vida de sus habitantes, requieren de un Río Valdivia con un estándar de navegabilidad superior, es decir, con un calado de entre 8 y 10 metros, que permita el acceso hasta la misma ciudad de naves mayores, tanto de carga como deportivas y turísticas. De ser factible llevar el río a esas profundidades, se abre un horizonte impensado de desarrollo público y privado para nuestra ciudad y región. No es un sueño volátil pensar en una pujante industria de astilleros en torno al río, fabricando embarcaciones de una escala hoy impensada; o cruceros de alta mar llegando al complejo portuario de Las Mulatas con las divisas turísticas que eso conlleva para la economía local; o un terminal portuario para contenedores, permitiendo el acceso y salida de productos desde y hacia puertos nacionales o internacionales; o yates y veleros internacionales recalando en instalaciones construidas especialmente para ellos y generando alternativas de negocio enormes para nuestra ciudad.

Las ideas y proyectos en torno a un río de estas condiciones pueden ser tantas como habitantes tenga la ciudad, y su habilitación sin duda generaría la atracción de importantes capitales, lo que nos daría la categoría internacional que Valdivia y sus habitantes se merecen desde hace tantos años.

En lugar de ver cómo algunas empresa e industrias dejan la zona, por fin veremos empresas que se instalarán para dar trabajo permanente y sustentable a nuestros habitantes, todo lo anterior, manteniendo una preocupación constante por el medioambiente, y cumpliendo a cabalidad la normativa vigente, sin la cual parte importantísima del atractivo natural de la ciudad se vería seriamente perjudicado. Recordemos que la Sustentabilidad implica que las intervenciones que efectuemos sobre nuestro entorno no podrán impedir que las generaciones futuras puedan disfrutarlo como hoy nosotros lo hacemos, a la vez que tengan garantizada la posibilidad de seguir emprendiendo y generando trabajo y desarrollo.