Educación tradicional: Adoctrinamiento del ser humano

24 Junio 2020

Es hora de bajarse del sistema, aprovechemos estos tiempos de pandemia, para valorar nuestras vidas, nuestros hijos e hijas. ¿De qué sirve tener cosas que al final no puedes utilizar?

Ricardo Rivas >
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Desde el momento de la concepción del ser humano, tenemos 2 posturas de acuerdo al género, es decir la de mujeres es alegría y una tremenda responsabilidad de proteger hasta el fin de sus días de ese hijo o hija que está por nacer, porque el cariño y afecto de madre nunca deja de ser, a pesar de las circunstancias de la vida. Sin embargo, para la mayoría de los hombres, nuestro pensamiento se asocia en forma inmediata cómo será la llega de este nuevo ser a nuestras vidas, cuánto me a costar, cómo voy a enfrentar esta situación, etc.

Al pasar un año aproximadamente, empieza la primera gran disyuntiva, considerando que hoy tanto la mujer como el hombre tienen responsabilidades profesionales, según sea el caso, en la mantención del hogar y estilo de vida, que esta sociedad nos lleva y/o nos guía, apareciendo interrogantes tales como: quién cuidará de ese ser indefenso que ha llegado nuestras vidas, será una sala cuna, será algún familiar, entre otras.

Si optamos por la sala cuna, empezará nuestro adoctrinamiento y reglas que nos guiarán por el resto de nuestras vidas, posteriormente pasaremos al jardín, para continuar con la enseñanza básica y media y para entonces habrán pasado a lo menos 15 al 17 años de obligaciones de diferente índole.

Luego de esta etapa, viene la decisión de nuestras vidas, será la universidad, instituto profesional o derechamente el mundo laboral, donde continuará nuestro adoctrinamiento para defendernos en nuestra vida.

Ahora bien, quiero detenerme en este punto, un grupo de seres humanos será criado para dirigir el futuro del país y el mundo, con un universo de oportunidades, privilegios y ayudas de toda índole, permitiéndose recorrer el mundo para ver diferentes realidades y oportunidades. Sin embargo, para la gran mayoría seremos un número más que colabora para que estos poderosos, grupo minoritario por cierto, continúen por siempre en esta senda.

En la actualidad, existen muchas personas que están optando por salirse del sistema, educando a sus hijos bajo sus normas, dando oportunidad a la creatividad y no al adoctrinamiento sistemático que hoy es la educación tradicional, alejándose de los centros urbanos sobrepoblados, que el único incentivo es el consumismo despiadado, lo cual te transforma prácticamente en un paria, ya que no le sirves al sistema, donde hoy el dinero plástico es una forma de vida y el sobreendeudamiento ahoga a millones de personas.

Es hora de bajarse del sistema, aprovechemos estos tiempos de pandemia, para valorar nuestras vidas, nuestros hijos e hijas. ¿De qué sirve tener cosas materiales que al final no puedes utilizar? (aviones, helicópteros, casas, autos).

Revisemos nuestras vidas, para muestra un botón: han abierto algunos malls y la gente ha corrido a comprar cosas que no van ni han podido usar y es ahí donde quiero llegar con esta reflexión: basta del adoctrinamiento, depende de nosotros no seguir el juego que nos han creado para distraernos y dejar de pensar en aquellas cosas que sí importan en la vida.