Pérdidas de más de 50 millones de euros por cada equipo participante dejó la suspención del rally más famosos del mundo en su versión 2008.

La desértica carrera, que este año celebraría su 30° versión, comenzaría el sábado su recorrido en la ciudad de Lisboa, pero fue cancelada el jueves luego que el gobierno francés alertara los altos riesgos de atentados por parte de grupos musulmanes a la localidad de Mauritania.

Las amenzas de los cercanos a Al Qaeda lograron que los equipos participantes este año, presentaran demandas en contra de la organización ya que el impacto económico de ellos y las localidades pertenecientes al circuito por la suspensión es incalculable. Asì, las pérdidas se acrecientan en los países africanos por donde pasa la caravana automovilística gracias al deficit en los ingresos por turismo y prácticas laborales.

En tanto, la organización del evento cuenta con un seguro que afronta gastos en caso de anulación de la carrera, pero corren el riesgo de afrontar demandas en los tribunales por parte de equipos afectados, ciudades, patrocinadores, cadenas de televisión y hasta la suspención total del evento.