Ante el Concejo Municipal se realizó recientemente la primera audiencia pública sobre la actualización del Plano Regulador de Valdivia, el cual fue explicado por el asesor urbanista de la Municipalidad, el arquitecto Francisco Zuloaga.
“La ciudad está enfrentada a un nuevo umbral de crecimiento y desarrollo con instrumentos de planificación, y control sobrepasados. La ciudad es un organismo vivo y complejo por lo que se necesita un nuevo Plan Regulador de cara al bicentenario frente al eje fluvial”, manifestó el asesor urbanista.
El Plan comprende la recuperación de espacios en el río como miradores en la costanera, nuevos puentes, estaciones intermodales y navegación fluvial.
“Las actuales Zonas del Plano Regulador de Valdivia tienen una camisa de fuerza para la ciudad, el cual está vigente desde 1988. Valdivia es una ciudad extendida, económicamente compleja, diversificada y con destino de ciudad puerto”, enfatizó Zuloaga.
Las ideas fuerzas son el soporte e impulso de las actividades territoriales; el reequilibrio socio-urbano; el eje fluvial; la preservación y conservación urbano-territorial; los efectos y acciones en el territorio; y, el diagnóstico estratégico.
Respecto al soporte e impulso de las actividades territoriales la propuesta presenta una coherencia de las actividades como usos de suelos propuestos en el ámbito socioeconómico-productivo y de los asentamientos humanos, como una forma de soporte territorial.
Según el arquitecto, “hoy, el nuevo dinamismo regional, compromete no solo los aspectos físico-espaciales, sino las relaciones funcionales del nuevo territorio, que Valdivia lidera”.
En cuanto al reequilibrio socio-urbano, Zuloaga afirmó que, “ahora lo que interesa es consolidar el suelo urbano existente ampliándolo de 5 mil 600 a 7 mil 919 hectáreas, con un aumento de la oferta en un 41,4% como superficie bruta, considerando la nueva situación regional donde Valdivia es su Capital. Este nuevo marco entre centralidad y periferia, determina, nuevas dinámicas urbanas para facilitar el desarrollo y su ordenamiento territorial”.
Referente al Eje Fluvial, se hizo hincapié en la condición de Puerto de Valdivia, las actividades pesqueras, las navieras, y el transporte marítimo. Se consideraron las salidas urbanas al río, como Bueras y La Peña; además, del uso del borde costero como la Costanera Cultural, la Feria Fluvial, el Museo Naval, y el desarrollo turístico de la condición fluvial
En cuanto a la Preservación y Conservación Urbano-Territorial, se destacó el reconocimiento medio ambiental con resguardo de humedales, gualves, vegas, y sectores de remoción en masa; además del patrimonio histórico; del casco urbano de la época de la fundación de Valdivia; y su eje fluvial. Se consideraron Zonas típicas la calle General Lagos, la zona costera y el área de protección del Fuerte Niebla, el área central del centro cívico, y el barrio Esmeralda.
Respecto a los Efectos y Acciones en el Territorio, se mencionó la inserción urbano-comunal en un nuevo territorio-región. Se consideraron las nuevas demandas urbanas como escenarios tendenciales; la equidad social que generaría el nuevo plan regulador; la atracción de nuevas inversiones y empleo en sectores público y privado; junto con la mejora de la calidad de vida que generarían los nuevos usos de suelo; y, el rescate del patrimonio ambiental y buen uso del territorio.
Lo que dice referente al Diagnóstico Estratégico, Francisco Zuloaga afirmó que, “simplifica el número de zonas a partir del plan de ordenamiento territorial, respecto de la homologación de éstas, y de la aplicación de la ley, que clasifica los usos de suelo en 6 categorías: residencial, equipamiento, actividades productivas, infraestructura, espacio público y áreas verdes. De lo anterior se permite una lectura accesible y su aplicación es prácticamente útil y permanente”.
Al respecto se presentaron 26 zonas: 2 centrales, 4 residenciales, 1 de equipamiento, 2 para actividades productivas, 4 de infraestructura, 1 verde, 5 de interés patrimonial, 4 de protección ambiental, y 3 de resguardo.
Las conclusiones acerca de las tendencias y demandas que condicionan la planificación comunal son:
Que Altos de Guacamayo se convertirá en la principal zona de crecimiento urbano de Valdivia, esperando acoger en los próximos 25 años, a 30 mil personas. Si se incorpora el sector de Angachilla -Paillao aumentaría en 10 mil personas más.
Que Isla Teja y Toro Bayo seguirán con sus tasas de crecimiento actuales, acogiendo a los hogares de mayores ingresos de la comuna; y, las zonas de Las Ánimas y Santa Rosa serán la reserva de suelo urbano para acoger su crecimiento, y una zona industrial para almacenamiento y bodegaje relacionado con astilleros y puerto seco.
“Se espera que las políticas de renovación urbana provoquen una recuperación de la zona central y su borde costero, que termine con el proceso de pérdida de población e incorpore nuevos hogares jóvenes”, sentenció el asesor urbanista municipal, Francisco Zuloaga.