Hace 50 años un 22 de mayo en Valdivia, el terremoto más grande y violento registrado en la historia azotó a Valdivia y a sus alrededores, desenlazando una tragedia que hasta el día de hoy es recordada.
Los 9,5 grados registrados en la escala de Richter demostraron el poder de la tierra, dejando una ciudad prácticamente destruida, provocando cambios también en la geografía de nuestro país y en la memoria de aquellos que vivieron este cataclismo y que hoy relatan su vivencia del terremoto de 1960.
El día anterior, es decir el 21 de mayo, un gran terremoto había azotado a la zona de Concepción y nuestra ciudad se encontraba organizando ayuda para los afectados en ese momento. Cuando eran las 15:11 horas del domingo 22 de mayo en Valdivia comenzó a moverse la tierra de una manera nunca antes vista y por 3 minutos y medio no se detuvo, llevándose muchas pérdidas humanas y dejando en el suelo a la que hoy en día es la capital regional de la Región de Los Ríos.
Unos minutos después, la tragedia seguiría y es que el mar en la zona costera se recogió a tal punto de devolver una ola que alcanzó 20 metros de altura, que terminó por destruir lo que el terremoto no había hecho.
Testimonios
Uno de los valdivianos que vivió aquel desastre fue Francisco Vásquez. Tenía 10 años y por esos días vivía en la población Menzel, en un Ruco, que eran campamentos construidos post terremoto, casitas revestidas con planchas de zinc y madera por dentro y aptas para hasta siete personas.
“Cuando empezó a llegar el agua al sector Estación, vimos acumulación de maderas, animales y casas que pasaban por el río y que se atracaban en los remansos. Era todo lento pero no paraba esa masa de agua barrosa. Vimos que la calle Ecuador se transformó en un río y la gente andaba en bote”, comenta.
“Lo que más me sorprendió fue ver una casa que flotaba pero humeando aún, es decir que fue arrancada por la fuerza del caudal”, dice.
Vásquez narra que no se decía abiertamente qué es lo que pasaba en Riñihue, “pero lo supimos cuando reclutaron gente de nuestra población para trabajar en las faenas de construcción de los tacos para contener las aguas”.
Don Hernando Cerda tenía 19 años y en 1960 vivía en calle General Yánez, enclavada en los llamados Barrios Bajos, cerca del río Valdivia. Estudiaba en el liceo Comercial y cuenta con orgullo que, dado que estuvieron tres meses sin clases, “con mis compañeros formamos una brigada para recoger escombros, especialmente en la costanera, que estaba destruida completamente”.
Dice que todo el barrio se fue tras el terremoto, pero él y su abuelo se quedaron en la casa, ya que poseían un bote a remos. “Recuerdo que era torturante la situación en esos dos meses, cuando las autoridades a diario nos advertían de que se venía el Riñihuazo. Un día las aguas llegaron tranquilas a los barrios. Bueras y Cochrane eran un Venecia más”.
Cerda narra que “las aguas las soltaron a las 16 horas y a las 18 horas el puente Pedro de Valdivia rugía, y en la madrugada llegó el agua a las calles. Estábamos en vigilia en la casa cuando de pronto nos dimos cuenta que el agua llegó hasta la ventana del segundo piso, y ahí nos resguardamos mientras veíamos casas y animales que pasaban flotando río abajo”.
Cerda cuenta que así pasaron tres o cuatro días hasta que bajó el caudal. Mientras, trasladaban a gente en su bote a cambio de propina. La misma gente que posteriormente formaron la población Valparaíso de Valdivia.
Hoy, a eso de las 14.30 horas en la plaza de la República se realizará un acto para conmemorar los 50 años del terremoto, donde participará el director nacional de Onemi, Vicente Núñez. En la oportunidad se hará entrega de reconocimientos a científicos y expertos en sismología y tsunamis y también a seis sobrevivientes de la catástrofe.
Asimismo, a las 15.11 horas, horario en que el terremoto sacudió a Valdivia, se realizará en conjunto el sonido de las sirenas de bomberos y la campaña de la Catedral por un minuto.
El Director Nacional de ONEMI, Vicente Núñez, participará en la ceremonia pública de conmemoración de los 50 años del terremoto de 1960. En la ocasión se hará entrega de reconocimientos a científicos y expertos en sismología y tsunamis y a seis sobrevivientes de la catástrofe.