El Tribunal Constitucional, los métodos anticonceptivos y el estado laico

El Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción, que agrupa a redes, colectivos y personas individuales de varias regiones del país, denuncia la grosera interferencia del Tribunal Constitucional que intenta coartar nuestra libertad de decidir y nuestra libertad de conciencia. Nadie tiene la facultad de vulnerar estos derechos y así lo expresamos ante la opinión pública nacional e internacional.
El próximo fallo del TC respecto del recurso de inconstitucionalidad de las Normas Nacionales de Regulación de Fertilidad, cuyo contenido se ha adelantado como negativo respecto de la distribución gratuita de la anticoncepción de emergencia en los servicios públicos de salud, es un grave atropello a nuestra calidad de sujetas y sujetos de derecho e interfiere con las decisiones autónomas sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y reproducción. Asimismo, profundiza la inequidad en el acceso a la salud de las mujeres de menores recursos, a quienes se les coarta el derecho a utilizar un método seguro y eficaz para evitar embarazos no deseados.
Este organismo, en convivencia con sectores políticos conservadores y al alero de la jerarquía de la Iglesia Católica, pretende erigirse en dictador de la moral nacional, imponiendo una visión retrógrada, hipócrita, patriarcal y castigadora respecto de la forma en que las personas nos relacionarnos, nos reproducimos y tenemos sexo. Esto es inaceptable en una sociedad que se dice democrática y moderna.
Por lo tanto, exigimos que el Estado chileno abra las puertas a una urgente reforma constitucional que responda a las exigencias de una democracia plural, diversa y libertaria, que supere finalmente las oscuras herencias de la dictadura. Una reforma que deslegitime instancias inquisitoriales como el Tribunal Constitucional, y restaure la plena vigencia de un Estado laico. Una reforma que llene los vacíos jurídico-legales respecto de los derechos sexuales y reproductivos, y los legitime como parte intrínseca de los derechos humanos universales de mujeres y hombres.
Demandamos el derecho a:
• La libertad sexual y reproductiva y al placer.
• La autonomía de decisión sobre el cuerpo.
• El acceso a métodos que garanticen una vida sexual y reproductiva sana, placentera y exenta de riesgos.
• La maternidad voluntaria, gozosa y protegida.
• La integridad del cuerpo y el rechazo a toda forma de violencia, coerción o imposición sobre él.
Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción
[email protected]