El 16 de marzo de 2007, la Presidenta Bachelet desembarcaba en el muelle Schuster bajo el quemante sol de fines de verano. Fuimos miles los que llegamos hasta el paseo Libertad y la Costanera. Nos protegimos del calor bajo las débiles sombras de los edificios, de los faros, de las pancartas que los más entusiastas izaban sobre nuestras cabezas.
Tenemos plena convicción de que estuvimos en un punto del tiempo registrado, para las nuevas generaciones, en imágenes y cintas de sonido. Nos sabemos protagonistas de un momento histórico, fruto de la gesta épica de la perseverancia, de la porfía, del coraje y de la esperanza que jamás perdieron aquellos y aquellas que se la jugaron durante más de treinta años.
Los gobiernos de la Concertación dieron vida a nuestros anhelos. El Presidente Frei había dado el primer paso con los instructivos descentralizadores, el Presidente Lagos llegó con el proyecto de ley hasta el Congreso y la Presidenta Bachelet terminó de dar forma al clamor colectivo, al sentir de todos los habitantes de la entonces provincia de Valdivia.
Vimos los globos al aire, oímos las campanadas que surgían desde lo alto, nos emocionamos con las lágrimas y los abrazos, gozamos los aplausos interminables y vibramos con las gargantas entonando más orgullosas que nunca el himno de un país que reconocía nuevamente a un territorio que siempre había regido su propio destino y que, por decisiones autoritarias en una época de atrocidades humanas y políticas, había perdido el derecho legítimo a tomar sus propias decisiones.
Hace un año, la Concertación cumplía su promesa, asumida con la seguridad de que hacíamos lo correcto, con la seguridad que los valdivianos y valdivianas demostraríamos al país entero que tenemos las capacidades, el entusiasmo y el compromiso para decidir sobre nuestro futuro.
Transcurrió, luego, el periodo de la Delegación Presidencial, durante el cual el entonces delegado Iván Flores supo conducirnos hacia la instalación del Gobierno Regional, de las instituciones que nos permiten resolver en casa nuestros problemas, dialogar con la comunidad de manera directa, tomar decisiones con mayor pertinencia y de manera más oportuna.
Hace un año, una firma nos abría el camino hacia un futuro mejor. Hoy, estamos construyendo ese futuro, estamos construyendo una región distinta, una región que se sustenta en la equidad, una región con un Gobierno encabezado por el Intendente Flores, que responde a los problemas de la gente de manera eficaz, eficiente, oportuna, coordinada y con énfasis en brindar protección a quienes más lo requieren.
La Concertación nos ha devuelto lo que siempre nos perteneció y que otros nos arrebataron: nuestro derecho a ejercer nuestras capacidades, a desarrollar nuestras iniciativas, a escoger nuestros propios caminos.